Hace tiempo escribía alrededor de lo que podríamos considerar un «producto perfecto». Mero devaneos. Lo cierto es que difícilmente encontraremos un producto perfecto, los hay buenos, sí pero esa «perfección» sólo el tiempo podrá demostrarla. Creo que un producto que haya permanecido varios años (muchos, por lo menos una década) en el mercado sin cambio alguno es lo más cercano que tendremos a un «producto perfecto» (con todas sus limitantes, fallas y defectos). Los que sobreviven a los embates del tiempo muestran lo cerca que estuvieron de serlo, o dan fe de haberlo sido por un momento. Claro, considerando una perfección relativa y muchas veces subjetiva.
El producto perfecto (absoluto) no existe (y no creo que llegue a existir) pero podemos hablar de él y aspirar a él, en una búsqueda en la que aprenderemos muchas cosas. De eso se trata esta serie de entradas y de que es más fácil hablar de productos imperfectos, y sobrellevar sus causas y carencias.
Así, me gustaría antes iniciar con un recuento de experiencias al respecto que me han llevado a ser fan y consumidor de ciertos productos.
- Es muy difícil poder hablar de un equipo de cómputo perfecto. Ninguno lo es. Pese a lo caro que algunos de ellos pueden ser, tienen un periodo de vida limitado por en entorno tecnológico en el que nacen y se desenvuelven. Si dicho entorno permaneciera estático, al haber alcanzado ya cierto punto en que que cambio o mejoras ya no fueran posibles, las cosa serían diferentes. Incluso los fabricantes bien podrían cambiar su visión de productos desechables de consumo por la manufactura de productos duraderos y su modelo de negocio orientarlo al servicio y mantenimiento de éstos.
- Yo me cambié al mundo de Mac después de muchos años de ser usuario de Windows (forzado en gran parte por ser ésta la plataforma de facto empresarial). Principalmente el cambio obedeció al descontento de tener que pensar en cambiar de equipo cada que una nueva versión de Windows era lanzada al mercado. Y si bien he tenido varias mac, que compré muchas veces por tener más capacidad de disco, memoria y procesamiento, el penúltimo de ellos me ha durado más de 10 años funcionando, estando ahora mucho mejor que cuando lo adquirí (pues le aumenté su memoria al máximo y le cambié su disco duro por uno de estado sólido). Lo adquirí cuando estaba saliendo OS X 10.9 «Mavericks«, saltándome o actualizando a varias liberaciones de macOS hasta llegar a quedarme con macOS 10.15 «Catalina«. Para mi ha sido un producto casi perfecto.
- Mi búsqueda del mejor trackball, que me llevó a tener uno japonés con tres posibilidades de conexión (Bluetooth, USB y dongle de 2.4GHz). Muy bueno, considero. Resistente a golpes. Mi único «pero» ha sido la impresión de ciertas etiquetas hecha en la superficie de sus botones que con el uso se desvanecieron o borraron.
- Mi búsqueda por un buen teclado, adecuado para mac, me llevó a un Logitech alámbrico con iluminación RGB (lo que me llevó al problema de mantener cautivo un puerto USB). Con el tiempo el cable se volvió un problema de incomodidad y decidí migrar uno inalámbrico (aunque ello no necesariamente implicaba liberar el puerto USB cautivo). Se presentaba también la necesidad de hacer uso de más de un equipo de cómputo simultáneamente y así el problema de compartirlo. Nuevamente Logitech ofreció la mejor alternativa al respecto, pero ello me obligaba a cambiar mi trackball también. Al final, el dueto MX Keys y MX Ergo, compartiendo conectividad con dos equipos (con el teclado hasta tres) mediante un sólo dongle y Bluetooth, ha sido la respuesta.
- Varios USB-C hubs y dock stations han sido probados y puedo así dar fe de varios problemas. Ninguno que hasta el momento valga la pena recomendar, pese las recomendaciones1.
Referencias
- Eric Ravenscraft, «The Best USB Hubs and Docks for Connecting All Your Gadgets«, Wired, Inc., web. Published: 2022.06.28, visited: 2022.11.10. URL: https://www.wired.com/gallery/best-usb-hubs-and-docks/.
2 comentarios en “El producto imperfecto (1)”