Como mencionaba en la entrada previa, un libro que llamó mi atención, fue el que me introdujo al mundo de la programación. «Cómo Programar las calculadoras de Bolsillo» de Ramón Farrando Boix (ed. Marcombo, 1982, España, ISBN: 84-267-0441-7).
Al margen del tema, mientras escribía el post ya citado y buscaba imágenes para ilustrarlo, me tope con algunas esquelas de alguien con el mismo nombre. ¿Serán la misma persona?
Pues bien, este librito fue de mucho interés y aprendizaje para mi. Fue por este libro que supe de la existencia de la HP-41. En lo que respecta a mi calculadora Sharp, de la que platicaba la semana pasada, si bien había cosas que no podía programar por carecer de instrucciones de control, si me dio muchas ideas para programar otras. Muchas fórmulas y ecuaciones fueron programadas, hasta recuerdo haber implementado el método de Kramer para la resolución de ecuaciones simultáneas y que usé durante mi examen de admisión a la escuela superior, la universidad, en este caso UPIICSA del IPN. Aquella calculadora Sharp fue de mil batallas y me duró desde aquel segundo o tercer año en la vocacional hasta ya pasado un poco más de la mitad de de la carrera.