Odio a Java, el lenguaje de programación. No es un odio ni gratuito ni reciente. Ya antes he escrito sobre las frustraciones derivadas en lo que se ha construido a su alrededor, así como en tener que estar al pendiente de cómo nos estorba.
Nuevamente, tratando de hacer uso de las facilidades que el gobierno ha decidido poner para sus ciudadanos para realizar trámites que antes requerían tener que acudir a una dependencia de gobierno, me veo imposibilitado de hacer por un applet de Java.
Ciertamente, uno aprecia estas facilidades de la vida moderna, pero si estas simplemente no son fácilmente utilizables por el ciudadano promedio (y vaya que el promedio en términos de alfabetización informática es muy bajo) es lo mismo a que no existan. En este caso se trata de un trámite en con el IMSS.
Adicionalmente, el hecho de que el gobierno piense que todo el mundo… bueno, en este caso que todo México… hace uso de equipo PC con Windows (y no necesariamente la última versión) e Internet Explorer me enferma más por ser discriminante, por tomar como base la peor tecnología, por no dar el esfuerzo de hacer llegar sus servicios a todos sus ciudadanos.