
Continuando con estas reflexiones. En la entrega anterior, señalaba el asunto de los youtubers.
Como señalaba al final de la entrega anterior, muchos de estos video bloggers ven estos medios de expresión como un negocio. Quizás en un inicio empezaron simplemente como una forma de compartir algo que les agradaba hacer o como una forma de hacerse escuchar. Pero estos canales son administrador por gente adulta, que ve y administra estos medios como un negocio. Tarde o temprano, todo youtuber exitoso se verá absorbido por este mecanismo y entonces no le importará el contenido de su mensaje o la influencia que con éste tenga sino la cantidad de visitas que su canal obtenga, pues de ahí se obtienen las ganancias.
Muchos de estos youtubers han encontrado su fórmula, que parece que entre más intrascendente sea y más profanidades increpe en su mensaje, obtiene más visitas. Palabras que mi generación temía o que se consideraba lenguaje de mayores hoy es expuesto a las mentes juveniles que consideran han madurado y entienden al mundo sólo porque las repiten sin el mayor empacho. Desafortunadamente, como suele ocurrir cuando una palabra se repite sin ton ni son, empieza a perder el peso de su significado y se empieza a tomar como una normalidad cuando no debe ser así.
He estado revisando tu blog, me parece demasiado buena la labor que realizas, me gustaría que fueses uno de nuestros colaboradores. Revisa este post https://cronopiomaldito.wordpress.com/2018/04/20/manifiesto/
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Muchísimas gracias. Definitivamente una oferta difícil de rehusar. Contacto por correo electrónico.
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Y me llama la intención, por que tus reflexiones, señalan a esta cultura del zapping, donde todo se mueve por el dinero y lo efimero, nosotros somos un sitio creado precisamente para contrastar esto.
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