Hace tiempo escribí una entrada al respecto de TeX y LaTeX, que nunca consideré pudiera convertirse en una serie de entradas en este blog. Pero, las cosas cambian, así como las aplicaciones, los criterios y las necesidades.
Aunque en aquella ocasión escribí al respecto de MS Word como un «animalito al que tengo bien dominado», no deja de ser frustrante cuando un documento es demasiado grande y empiezan a ocurrir cosas extrañas (se pierde un formato, un estilo no responde como debiera; los párrafos, imágenes o la paginación se descuadra); o, que al trabajar en forma colaborativa, otras versiones o colaboradores alteran al documento o su plantilla inadvertidamente.
Así, conforme uno empieza a elaborar documentos más grandes y complejos, más probable es que uno se tope con problemas o rarezas, y la necesidad de poder lograr algo no soportado. Adicionalmente a todo esto, un segundo y un tercer factor que aparecen y deben tenerse en consideración son «la resistencia al tiempo», licenciamiento y presupuestos. Otro punto, es aprender dónde encontrar las opciones o funcionalidad requerida y, luego, el trabajo asociado a colocar todas las opciones o parámetros necesarios para lograr el efecto buscado en cada elemento. Claro, es posible definir estilos en MS Word para ahorrarse esto pero, hasta la fecha en que escribo esto, puedo atestiguar que continuan los problemas que señalo en el párrafo previo.
En lo que respecta al paso del tiempo, mi tesis de maestría, por ejemplo, que elaboré en MS Word, ya no puede leerse adecuadamente con las versiones Microsoft 365 (a lo que antes veíamos como Microsoft Office). Imágenes y ecuaciones se presentan mal o simplemente no se ven. Algunos estilos ya no funcionan. Algunas palabra o párrafos ya no se muestran por algún problema. Un esfuerzo de muchos años que está en riesgo de perderse.

Definitivamente los formatos de almacenamiento binarios (de documentos enriquecidos y multimedia) son la peor decisión que uno puede hacer si quiere tener algo perdurable. Quizás para audio, video, e imágenes no haya una alternativa segura pero para todo aquello que es escrito, la única y mejor opción es el «texto plano» (ASCII o ANSI pero mucho mejor Unicode), es lo único que puede garantizar una cierta longevidad.
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