
Finalizando la entrega pasada, acabo de recoger la tarjeta nueva. Estaba ansioso por conocer la nueva imagen que traería, que no me ha desagradado pero que no calificó como sobresaliente (a diferencia de otras que BBVA ha emitido).
Entre las novedades del nuevo diseño está el que la tarjeta ya no exhibe su número, trae un QR (que no es fácil de leer por cierto) y tampoco trae un espacio para firma. Algo previsible, dado que el PIN debe ahora lo único que vale pero es un fallo. Firma y PIN deberían ser dos elementos obligados. Creo yo que esto último es una claudicación de los bancos, imposibilitados por detener los fraudes con tarjetas de crédito, han optado por mejor por decir «si saben tu PIN, ya te amolaste, yo lo daré por bueno».