Inseguridades bancarias (4)

Hace una semana, mas o menos, fuimos mi hijo y yo a comprar una silla de oficina a Office Depot. Seleccionamos la que más le gustó y procedimos a hacer el pago. Resultó que Office Depot implementó un «candado» con las tarjetas BBVA. Cuando el empleado que nos atendía me mencionó esto supe que estaba al inicio de una pesadilla.

Siguiendo las indicaciones de Office Depot procedí a comunicarme con mi banco. El número de Servicio a Clientes al que llamé fue el que se encuentra al reverso de toda tarjeta de este banco.

Una grabación contestó y seleccioné la opción más adecuada. La persona al otro lado de la linea me preguntó por como asistirme y después de explicar el problema e identificarme, me pasaron a otra línea donde una grabación me indicó que debía autenticarme nuevamente mediante un número generado por el token de la aplicación de este banco.

No es sencillo que en ese momento uno pase de la llamada a la aplicación, proceda uno a generar el código, tomar nota mental de éste y regresar a introducirlo, siendo interrumpido en el proceso por exceder el tiempo de espera, que es muy similar al de vida del código generado. Decidí que la aplicación generara uno nuevo y entonces regresé a la grabación (esta vez, pedí al personal de Office Depot pluma y papel para anotarlo).

El intento resultó exitoso y creí ya resulto el problema, regresando con quien inicialmente me atendió en BBVA. Pero no, esta persona me solicitó otros datos personales, que proporcioné pero algo no fue lo esperado y me indicó que la autenticación no procedió (y no te dicen el porqué) y que no podíamos avanzar. Era necesario que yo revisara mis datos y volviera a intentarlo.

Otra llamada. Pasé la primera verificación, la segunda y al llegar a la tercera, pese a que tengo mis datos de domicilio actualizados (pues ahí llegan mis estados de cuenta y toda comunicación de BBVA), decidí no insistir con esos datos y probar con uno de hace 10 años. Pasé. Y entonces creí ya haber terminado con esto, pero no. Ahora debía revisar y aprobar todos los cargos e intentos de cobro en mi TDC, una lista que se remontaba a casi una semana atrás.

Un restaurante, algunas compras en Amazon, Uber Eats, el App Store, renovaciones y domiciliaciones. No era una lista larga de hecho pero tomó su tiempo. Llegué a los dos intentos de cargo que hice en la tienda (sí dos, estoy narrando esto de forma resumida) . Reconocí el primero, se me ocurrió decir no al segundo (para evitar un cargo duplicado) y la persona que me atendía me indicó que debía entonces proceder a bloquear la tarjeta por mi seguridad. Afortunadamente puede evitar que eso pasara y reconocí el segundo intento de cobro (después de que esta persona me aseguró que sólo eran eso y que no se generarían cargos por ellos en la tarjeta de crédito).

Entonces ese fue el final y procedimos a la «liberación de la tarjeta de crédito» (que me dejó con la duda que, de no hacerlo, ¿qué? ¿Quedaría mi tarjeta bloqueada? Posiblemente). Cinco minutos más de espera. Tiempo total, aproximadamente 30 minutos.

Como ya indiqué, uno entienda que los negocios busquen formas de protección en los que son víctimas por el uso de instrumentos bancarios que facilitan muchos ilícitos. Creo que ellos deberían, avisar a los clientes y prepararlos para el tortuoso proceso de pago que puede presentarse. El aviso podría ayudar a que el cliente adelantara el desbloqueo o evitara el proceso de bloqueo. Pero, más importante, es que los bancos ayudaran a tener un proceso ágil a algo que es inevitable por el momento.

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