Tuve un profesor en la licenciatura, al que me encontré décadas después en una reunión en la UPIICSA, (yo ya como profesor de posgrado), que me compartió su opinión sobre lo discriminatorio que era el sistema escolar. Él señalaba que al final el sistema escolar tradicional, independientemente del método de enseñanza, se encargaba de segregar a los educandos con base en sus calificaciones o resultados. Aunque no se considerara así, decía, era naturalmente discriminatorio en su esencia siendo su principal resultado el etiquetar a alguien como capaz o incapaz.
La era de la «generación de cristal»1 que ha tomado control de la administración pública y la producción se ha distinguido por una sensibilidad exacerbada a lo que por mucho tiempo era visto como normal y correcto, más allá de lo que eran los vicios y problemas que durante el siglo pasado se buscó erradicar. Pero, las luchas de esas generaciones, que ellas pensaron concluidas, ha sido continuada por esta generación (que si bien con todo se ofende, busca algo que va más allá de la naturaleza humana).

A dicha generación, desafortunadamente, le ha tocado atestiguar como pese a que la ley y sociedad digan que ya no debería ocurrir, esos odios, malos tratos, segregaciones y demás manifestaciones de maldad que se creían erradicados se mantienen entre nosotros y regresan de cuando en cuando (y a veces con más ímpetu). Así, no sólo dan continuidad a las luchas de sus padres y abuelos por lo que creen es correcto sino que la han extendido a todo aquello que consideran son sus verdaderas semillas, y buscan eliminar todo aquello que señale, etiquete o clasifique a un ser humano o a un grupo de ellos. Por ejemplo, ante las manifestaciones de racismo y clasismo que imperan aún en el mundo, se ha visto como «políticamente incorrecto» referirse a esas relación de control llamadas «maestro-esclavo» y «cliente-servidor» con dichos términos. Todo aquello que ante los ojos de esta generación implica una subordinación, sumisión o superioridad es una semilla que germinará mal en las relaciones humanas.
Así también, ven la forma en la que la educación tradicional es llevada, como parte de esa herencia maldita. Aunque después de 2000 años de civilización (o más) no conocemos una mejor forma de transmitir el conocimiento de una generación a otra que el modelo «maestro-estudiante», que implica una relación se subordinación al final pero que se ha visto mermada (con justa razones, claro) en su esencia.
No niego que uno puede considerar este punto de vista como válido. En una época en la que la igualdad de géneros, los derechos humanos, los derechos de la niñez y muchas otras causas justas buscan una verdadera igualdad en las condiciones sociales y evitar el abuso del poder que una condición o posicionamiento confiere, las nuevas generaciones buscan llevar las buenas intenciones de sus predecesores a algo más concreto y verdadero. Más allá de las apariencias físicas y una más clara y verdadera (tangible) igualdad en las condiciones sociales, buscan erradicar prácticas ancestrales que perduran en nuestras sociedades y que a la luz del conocimiento, la globalización y el entendimiento que esto trae consigo, se miran con otros ojos. Algo que muchos han llamado erróneamente «humanismo«, pues lo hacen aludiendo a un sistema de creencias centrado u orientado a la «sensibilidad e inteligencia humanas» (como elemento distintivo a los animales).
Personalmente, considero que el problema con esta visión es que parte del supuesto que quienes lo predican consideran que todos los seres humanos comparten la misma visión y no es así. No porque haya aún gente que haya sido educada bajo estándares sociales de castas y élites sino porque hay gente que que tenido que vivir peleando por su sustento, espacio y posesiones. Gente que creció en entornos violentos y donde los «derechos humanos» es algo que no existe.
Referencias
- Paulette Delgado, «¿Es la “generación de cristal” más sensible?«, Observatorio, Tecnológico de Monterrey, web. Publicado: 2022.11.14; visitado: 2022.12.28. URL: https://observatorio.tec.mx/edu-news/generacion-de-cristal-educacion/.
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