Una pregunta que tiene muchas facetas y una muy larga historia es aquella sobre cuál es la mejor de entre dos opciones. Por ejemplo, ¿cuál es mejor iOS o Android? ¿Qué es mejor Apple o Samsung? ¿PC o Mac? ¿C o Visual Basic? Al final es lo mismo, ¿qué es mejor X o Y? Una pregunta que puede parecer crucial para muchos pero realmente no tiene sentido. ¿Por qué? Veamos, una pregunta así es porque ambos productos X y Y se encuentran en el mercado, son competitivos y cuentan con una amplia base de consumidores. De otra manera debe ser evidente que uno de ellos va de salida y la pregunta está de más. Pero cuando ambos son opciones, es realmente cuando surge esta pregunta.
Ahora, si ambos productos son asequibles para alguien ¿cuál elegir? Porque de otra forma, para qué preguntarlo. Compra el que quieras y úsalo sin preocuparte por lo que «pudo ser» o envidiar lo que no puedes adquirir, punto. Ahora si el dinero no es un problema, ¿cuál? Realmente, ambas opciones deben ser buenas y proveer mucho más de lo que un usuario podrá usar. Tomemos el caso de Android e iOS.
La ventaja de Android. Un producto de estándares abiertos con más equipo del cual escoger, muchas aplicaciones y más simple de encontrar compatibilidad. Sin embargo, creo que es esta diversidad su principal desventaja; mientras que es más simple encontrar una etiqueta de compatibilidad, también la necesidad de instalar algún driver o programa para conseguirla. Veremos que cada fabricante incluye agregados para explotar su hardware (que puede ser bueno pero no lo encontraremos en otros productos). La diversidad hace que haya más posibilidades de que el producto adquirido sea descontinuado y resulte incompatible más rápidamente. Existe también un mayor riesgo de encontrar malware.
Las desventajas de iOS (que algunos pueden verlas como ventajas, cuestión de enfoques). El control que Apple ejerce en su mercado de aplicaciones reduce el riesgo de malware (no lo elimina). La compatibilidad de aplicaciones está más controlada y hay un sólo fabricante a quien reclamar. Es posible que nos topemos con limitaciones que no veamos en Android (por ejemplo, sobre el uso del hardware que soporta el WiFi y así no veremos aplicaciones que en la otra plataforma existen y que son muy útiles). La ventaja de iOS: la integración que permite con todo el ecosistema de Apple de forma natural y sin necesidad de mayores esfuerzos de configuración.
Algunos dirán que Apple es cara y que hacen las cosas para durar un par de años y obligarte a comprar más, pero ¿realmente es así? Podrás encontrar otros dispositivos más baratos con cuáles interactuar desde tu móvil con Android pero ¿se trata de productos que te pueden durar 10 o más años, o de unos que en uno o dos años los verás degradados e inclusive dejarán de funcionar (y hasta el fabricante habrá desaparecido)? La diferencia es que en lugar de dar dinero a varias empresas, con iOS la das a una sola.
Personalmente creo que la capacidad de integración que iOS provee con productos y servicios de Apple es lo que vale muy bien la pena, pero eso sólo se aprecia cuando se tienen tres o más productos, dos puede no hacer gran diferencia. Esto último es lo que me lleva a concluir que la respuesta a la pregunta es que dependerá de lo que uno busque y la cantidad de dinero que uno esté dispuesto a invertir, una decisión personal. Si se trata de sólo elegir un teléfono inteligente y el dinero no es un problema, igualmente es una decisión personal y dependerá de aquello que a uno le guste.