Tengo varios mililitros de vodka corriendo por mis venas en este momento. Un día de trabajo bastante pesado y estresante pero bueno (es decir productivo) al final. En días como éstos el Apple Watch en mi muñeca ha llegado a levantar algunas alarmas de ritmo cardiaco acelerado; no enteramente por frustración sino también por algunos elementos de excitación. Supongo que la felicidad, en exceso, también puede matar.
A veces se suman las obligadas cuestiones familiares, inevitables y estresantes. Cosas de la vide de las que uno no puede deshacerse ni huir… y no hay otra que enfrentarlas. De cualquier modo, me pregunto que tanto la actual tecnología orientada a la salud (e-health), llegará a cambiarnos, iniciando por la disminución de muertes por infartos. Este día no ha sido diferente, tras recibir una alerta determine que mejor me calmaba (y si bien el escribir lo logra, el tener demasiadas ideas en la cabeza no) o algo podría pasar. Quizás ingerir alcohol no sea lo mejor, pero no se trata de embriagarse, simplemente de aletargarse y ha funcionado
