Hubo una época en la que conectarse a la Internet era solamente través de un módem telefónico. Después las cableras empezaron a proporcionar el servicio también (de hecho me tocó trabajar en dicho proyecto en Cablevisión).
Pero, todavía pasó mucho tiempo (unos 10 años desde ese momento) para que las instalaciones de internet en casa incluyeran Wi-Fi. Uno debía conectar el cable del modem al equipo o hacerse de un hub y conectarse por cable ethernet.

La solución para ello, al menos en México, en ese ínter era hacerse de un router o estación de Wi-Fi, como los que Apple comercializó bajo el nombre Airport
y para hacerse de la capacidad Wi-Fi para los equipos ya existentes, debía uno instalar una tarjeta.
Pero para mi (y creo igual para muchos), Airport fue por mucho tiempo solamente el nombre de una línea de hardware con una etiqueta similar para referirse a la correspondiente función en el Finder. La aplicación de la utilería y el ícono en la barra de menú parecían reforzar la idea y ser solamente elementos creados para una limitada interacción con el hardware.
Tuvo que pasar mucho tiempo para que supiera que el Airport de Apple no se limitaba a las tarjetas inalámbricas (que posteriormente se incorporaron en los equipos) y estaciones base. Se trata de una aplicación completa que permite algo más que sólo administrar conexiones.
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