
La sociedad actual, su entorno, medios y convivencia, nos permite y obliga a desarrollar varias actividades a la vez. Puede ser contradictorio que para no llevar a cabo cierta actividad, uno decida en su lugar atender tareas del hogar, escuela, u otras cuestiones sociales, sin considerar (o aún así) que dichas acciones requieren de esfuerzo, tiempo y dedicación, y la resolución de aquello verdaderamente importante (por los beneficios que puede traer no sólo en el corto plazo sino en uno mucho mayor) se posterga sin obtener resultados favorables mas que una satisfacción efímera.
Personalmente, y desde ya hace tiempo, que me di cuenta de mi propensión a procrastinar cosas. Ahora mismo me encuentro haciéndolo, en lugar de atender cosas del trabajo y evitar verme apurado (y haciendo milagros) por terminar cosas a tiempo, ando aquí escribiendo de la procrastinación.
En un inicio esto lo achacaba a mi naturaleza mexicana por dejar las cosas para el final. Pero desde ya hace algunos años que el asunto ha venido creciendo y me ha preocupado, pues no es lógico ni tiene sentido aplazar cosas para luego atenderlas incómodamente y con prisa, pero lo cierto también es que hay una enorme evidencia de lo que obtenemos al hacerlo. ¿Cuántas veces no terminamos ahorrándonos un trabajo innecesario gracias a los consejo o retroalimentación de quienes buscaron entregarlo primero? ¿Cuántas veces no nos ahorramos tiempo por todos aquellos diligentes y aplicados que terminan saturando los servicios y la autoridad termina por dar una prórroga? Y, ¿similarmente por todos los procrastinadores temerosos que terminan acudiendo en el último momento? ¿Cuánto dinero no se ha ahorrado uno cuando pospone un pago que la autoridad termina condonando? Procrastinar es un arte ciertamente, pero dominarla requiere tiempo y dedicación que todo procrastinador no necesariamente sabe o quiere invertir.
Por ello, pese a los consejos que uno puede encontrar de cómo vencer este mal hábito1, de los estudios y cuantificaciones al respecto2 lo cierto es que procrastinar por procrastinar es un mal hábito pero procrastinar como manifestación de un esfuerzo mínimo, es otra cosa.
Siguiente
Referencias
- Laura García, «Procrastinación. Qué es y cómo se vence«, Blog de Psicología del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, blog. Publicado: 2019.10.01; visitado: 2022.07.15. URL: https://www.copmadrid.org/wp/procrastinacion-que-es-y-como-se-vence/.
- Alex Vermeer, «How to Generally Reduce Procrastination«, blog. Published: 2012.01; visited: 2022.09.26. URL: https://alexvermeer.com/limit-procrastination/.
Un comentario en “Procrastinación (2)”