A muchos reclutadores les da por presentarse como pertenecientes a grupos de trabajo o áreas con nombres de «Atracción de Talento», «Búsqueda de Talento» o algo similar. Antes era más frecuente encontrarse con «Recursos Humanos» o «Reclutamiento y Selección de Personal» (donde «selección» era ya la palabra que hacía la diferencia). Esto del «talento» lo llegué a escuchar (como parte del nombre de un área) hace unos 20 años, cuando ingresé a Banamex y aún había un bluff muy snob por laborar en el sector bancario; en Banamex reservaban la palabra para la administración laboral de niveles directivos. Antes de ello el término equivalente era el de «head hunter«. Hoy creo que todo esto ya ha venido a menos y no saben cómo arreglarlo.
Hoy en día parece que la palabra es más usada para poder hacer gala de presentación en la búsqueda de personal altamente calificado y «entrar con el pie derecho» con los candidatos (esto es, hacerles sentir bien para negociar con ellos y que no salgan tan caros como debería serlo). O, quizás sólo es para que los reclutadores se sientan bien con ellos mismos.
Tengo varias entradas en este sitio relacionadas con el «talento» y experiencias de «buscadores de talento», y los reclutadores detrás de ello. Meros reclutadores al fin y al cabo que, la verdad, no tienen idea de qué es el talento o como reconocerlo, simplemente se apegan a un script ya conocido de leer el CV, entrevistar al candidato y «pasarle el changuito» al área técnica que hará finalmente la selección. El reclutador sólo se apega a un presupuesto y a una vaga descripción de un perfil del cual no tiene idea de qué preguntar o cómo preguntarlo, salvo indagar por la experiencia en años y las empresas donde se adquirió. No hay una verdadera evaluación o búsqueda de talento.
La experiencia que uno adquiere después de varios procesos de selección, de pasarlos y ver realmente con quien uno termina trabajando, termina por haciéndole a uno inmune a las lisonjas de los reclutadores y haciéndose uno más inteligente y selectivo con los posibles empleadores. No dudo que algunos lectores dirán que cuando uno tiene necesidad uno aceptará lo que sea, y no lo negaré, pero precisamente es el momento cuando uno no está vulnerable, es cuando uno debe proceder a la búsqueda de oportunidades laborales en la que uno pueda sacar el mejor provecho.