Ante los ojos de la ley

El día que redacto esta entrada es cuando se da la noticia del fallecimiento del empresario Bailleres.

No ha faltado que salgan quienes aprovechan el momento para hablar de su fortuna y cuestiones de herencia.

Previa a esta entrada ya he publicado otra en la que menciono la diferencia que pueden darse en las circunstancias de la aplicación de la ley, que si bien son ciertas debemos como obligación de todos, trabajar para que no sea así y, como es el ideal legislativo, ser todos iguales ante los ojos de la ley.

Tanto en México como en el mundo hay muchos que están a favor de aplicar enormes impuestos para aquellos que amasan fortunas. Hablan de ello como una forma de disminuir la diferencia entre las clases sociales. Hay quienes se cuelgan del populismo y del discurso demagógico para señalar que la fiscalización de esas fortunas debe ser repartida entre los pobres. Hay quienes se oponen a ello señalando que no se trata de «dar pescado todos los días sino de enseñar a pescarlos», es decir, regalar dinero sólo promoverá la apatía y conformismo y matará cualquier iniciativa de muchos por buscar su mejoría económica y crecimiento personal.

En lo que respecta al primer grupo de gente (aquellos que buscan quitar al rico para darle al pobre) son los mismos que hablan de la eliminación del «discurso clasista». So los que se enojan porque se habla de ricos, pobres, clases alta, media y baja, países tercermundistas, países desarrollados, de académicos o intelectuales versus obreros y campesinos, quienes reniegan de los títulos profesionales, etcétera. Estos son quienes, so pretexto de la igualdad buscan que los más ricos no sólo paguen más sino que sean los únicos que paguen impuestos.

Curiosa y paradójicamente dicho posición es igual de «clasista» que aquello contra lo que luchan. Establece una división y diferenciación entre ricos y pobres, y ante los ojos de la ley todos debemos ser iguales. De establecer una «ley de herencias» ésta debería ser igual para ricos y pobres, pues lo que se colecta como tributo para el estado es para el beneficio de todos, no de unos cuantos. Pero no, los populistas y los movimientos que se escudan tras la demagogia, no sólo remarcan una visión de clases sociales sino que además inyectan un resentimiento hacía quienes tienen más que otros1.

Referencias

  1. Pablo Hiriart, «Avivan el resentimiento social«, El financiero, web. Publicado: 2020.03.26; visitado: 2022.02.07. URL: https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/avivan-el-resentimiento-social/.

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