De la búsqueda de empleo y CVs (36)

Escribo esto el día en que tendré una entrevista técnica para un posible empleo en Facebook (sí, la malvada organización).

De alguna forma u otra me topé con una publicación en Medium donde se relata la anécdota de una empleada de Elon Musk que fue despedida por pedir un aumento. Una empleada que, como cita la publicación, semejaba la relación de Tony Stark con Pepper Pots. El artículo cita que dicha anécdota puede no ser cierta pero al final hace algunas reflexiones sobre el tema, las cuales creo son acertadas. Las enumero abajo y agrego algunas de mi propia experiencia.

  1. Uno no puede dar por asegurado un empleo. No importa si uno es un empleado productivo, el más popular, o al que la empresa debe algo. Al final, sea el jefe con el que has estado por años o algún otro, en cualquier momento cualquiera puede perder su posición (movido internamente, degradado o ascendido) o el empleo (despedido o liquidado).
  2. El ser despedido o liquidado no es el fin del mundo o de una carrera, tampoco una etiqueta que uno deba temer, sólo habla de la forma en que uno perdió su empleo y lo único cierto de ambas es que a los ojos del patrón uno era prescindible para la organización. Punto. Y lo cierto es que esta situación debe verse como una oportunidad a renovarse y buscar nuevos retos.
  3. Es mucho peor ser degrado (o superado por promociones de tus pares) o promovido a una actividad que a uno no le guste. En el primer caso significa que uno no es valorado como debe ser, en el segundo caso es ser confinado a las expectativas y visión de otros. Aceptar ambas condiciones es sumirse en el conformismo y a las agendas de otras personas o de la organización. Esto demeritará severamente la autoestima y dará lugar a otras cosas.
  4. En mi primer semestre en la universidad, recuerdo como un profesor nos hablaba de cómo cierta gente busca hacerse indispensable. Algo que es muy fácil en las áreas de IT. Por malicia deliberada o circunstancias de la organización, es fácil que se dé el caso en el que un individuo se apropia de una actividad o conocimiento. Cuando éste de da cuenta de ello es muy fácil que tome como rehén a la empresa y la chantajee. Antes de que estos individuos tóxicos lleguen a hacerse de tal poder se les debe eliminar.
  5. Desafortunadamente también, en relación al punto previo, es cierto que hay individuos bien intencionados, leales y trabajadores que se hacen indispensables pero su nobleza los lleva a ser encasillados en posiciones sin ascensos o remuneraciones y ven pasar al mundo a su lado mientras ellos continuan en lo mismo por años. Llega un día en el que son liquidados y se dan cuenta que salen a un mundo nuevo para el que no están preparados.

La verdad es que nadie debe ser indispensable para una empresa, serlo es un arma de dos filos. El mismo concepto de organización demanda que sus integrantes sean tan comunes como engranes de una máquina (de aquí que me sea muy difícil asimilar a esas empresas que hablan de crear ambientes «familiares» y de pertenencia). Una compañía puede ser la iniciativa de varios individuos que trabajan por un sueño, pero esto sólo se reduce al momento de su creación, mas pronto que tarde se transformará en la suma de los esfuerzos de sus integrates, en partes comprometidos con una idea o responsabilidad pero igualmente con un salario, pero que irremediable e individualmente tienen otras ambiciones y deseos.

Sin importar experiencia, importancia o conocimiento, esa suma de voluntades hará que uno sea sólo una estadística entre ellas. Sí, puede haber reconocimientos de esfuerzos, lealtades, compromisos, cumplimiento de cuotas, etcétera, pero la empresa o el jefe no vacilará en deshacerse de aquello con más antigüedad o salario más alto (al final, un recurso de mayor costo) por uno más barato que pueda hacer lo mismo. Tratándose de dinero, no hay lealtades ni deudas morales. No importa si uno dio fines de semana, pospuso vacaciones o antepuso el trabajo a asuntos personales. Nada de esto cuenta al final.

También, debe entenderse que un trabajo no es una garantía social, es el resultado de una búsqueda o cacería que debe defenderse todos los días. Así, el único que puede decir si vale el trabajo ante aquello personal es uno mismo, y siempre habrá oportunidades en el mercado laboral.

Si uno debe preguntar por un aumento, es señal de que la empresa no sabe de la existencia de uno. Si uno debe recordarle al jefe lo valioso que uno es para él o la organización más vale darse cuenta que a uno no lo valoran. La conclusión lógica es que uno está desperdiciando su talento en la empresa. Preguntar por un aumento es algo que deja un precedente que no es sano y difícilmente podrá repetirse si se concede. Personalmente considero que la mejor aproximación a esto es explorar otras oportunidades y de tener algo algo que puede concretarse, quizás entonces explorar (sin enteramente pedirlo) por un aumento o el insinuar que uno podría dejar la empresa. La reacción del jefe o la empresa ante esto nos debe dar una clara idea de cómo uno es valorado ahí. Entonces decidir.

Referencias

  1. S. M. Mamunur Rahman, «Why Elon Musk Fired His Long-Term Assistant Who Asked for A Raise«, medium.com, web. Published: 2021.10.25; visited: 2021.12.05. URL: https://medium.com/illumination/why-elon-musk-fired-his-long-term-assistant-who-asked-for-a-raise-97e87ebb5cab.

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