
Antes renegaba de los dongles de 2.4 GHz. Consideraba que el Bluetooth debería ser suficiente y veía como un desperdicio el tener que ocupar un slot de USB en estos chunches. No había considerado el poder hacer uso de estos como una forma de lograr conectividad entre varios dispositivos (y tampoco había leído o sabido al respecto; siempre tuve la impresión que establecido el enlace no podría cambiarse «al vuelo»). Pero el asunto resultó bien y de hecho me dio para considerar otras cosas.
Dado que mi actual empleador de ha hecho rosca para darme un equipo de cómputo (y yo no soy de los que se la pasan rogando), me encontré trabajando sólo con una máquina. Dejé de usar Synergy.
Con la legada de la M1, decidí reactivar el uso de Synergy. Seguí mi idea de dedicar la conectividad de éste por un puerto ethernet, en este caso mediante el hub multipuertos. Aunque Synergy funciona bien en «Big Sur» los issues de conectividad que he venido relatando al respecto hacían que de cuando en cuando se presentaran las ya consabidas molestias de que un equipo le costara ver al otro, la forma en la que el cursor del ratón pasa de un equipo al otro (no necesariamente en la forma que la disposición física sugiere), glitches en el movimiento, etcétera.
En fin, mientras que Synergy es un buen producto, más tratándose de unificar equipo y ambientes heterogéneos, mi instalación ya no era eso (un muy estable ambiente de dos macs). Nuevas consideraciones debieron hacerse.