Segunda semana en un nuevo empleo en el que llego a un proyecto ya iniciado con gente que tiene ya un claro contexto de éste y asume que tú lo compartes. Fue una semana de tener que recuperar una clave por aquí, una contraseña por acá, un URL o forma de acceder a un servicio por allá.
Tu líder de proyecto y supervisor te empieza a explicar algo, se atora, divaga con algún otro tema. Al final de la hora cree o asume que ya transfirió mucho de su conocimiento contigo. Algunas horas después ya te hace el «¿cómo vamos?» por avances en las tareas del proyecto.

Uno pregunta. Uno cree hacer las preguntas adecuadas pero no puede preguntarse por lo que uno ni imagina existe. Al final, extrayendo algún dato en una video llamada, viendo documentación o conversaciones pasadas, uno poco a poco va armando el rompecabezas hasta que ciertas cantidad de información crítica detona una cadena de entendimiento y la luz a final del tunel empieza a verse.