Para este 2019 que termina (dándole check out), que ha sido de muchos viajes y andanzas, este timeline trae también muchos recuerdos.
Retomando aquello del seguimiento que he mencionado en el post previo, me asombra el nivel de registro que este servicio puede tener (con o sin consentimiento de uno es algo que creo ya quedó establecido). En un viaje a Canadá hecho a inicios del año (donde hicimos uso extensivo de Google Maps, dejando patente la enorme utilidad de un servicio de esta naturaleza en un país más tecnificado) veo que hasta quedó registrado el camino que seguí hasta cuando nos perdimos.
Y el nivel de detalle es asombroso.
Precisamente durante este viaje es que me di una idea (y llegué a imaginarme el alcance de todo esto) de cómo Google puede otener información en tiempo real de las condiciones de tráfico, estado de los caminos, obras y otras cosas. Si consideramos que cada peatón o automovilista lleva un celular, el cual está dando señales de su ubicación (so pretexto de poder localizar al individuo para poder darle alternativas de cómo llegar a un determinado destino a partir de su posición), y sumamos todos estos datos (posición, ruta, avance, velocidad, dirección, destino) podemos darnos una muy buena idea del movimiento de las personas en algún lugar. Realmente es una mina de oro que Google encontró con esto de la geolocalización.