Hace mucho escribí de mi nueva actividad profesional. Bueno, en realidad sólo escribí sobre un nuevo empleo que tomé en un puesto etiquetado meramente como «Machine Learning Engineer«.
Claro que esto no les dirá mucho a varios de ustedes, queridos lectores. ¿Cómo definir realmente mi actividad? No hablo del puesto, al cual se le pueden aplicar varias etiquetas (tanto en español— «especialista en inteligencia artificial», «ingeniero en aprendizaje automático», «científico de datos» —; como en inglés— «Data Scientist«, «AI Specialist«) sino a la actividad en sí.
Mi empleo consiste en el procesamiento de datos para la identificación de elementos característicos (patrones) que ayuden a identificar la presencia (o señalar la ausencia) de una enfermedad, en este caso cáncer. La «identificación de elementos» se hace mediante el procesamiento de grandes conjuntos de datos que ayuden al entrenamiento de modelos de aprendizaje.
Por supuesto, el procesamiento de datos y uso de recursos de cómputo implican la informática. No debe pensarse que hablo de la bioinformática, la cual es es una disciplina que permite aplicar herramientas de la informática al estudio y la gestión de datos de la biología. En su campo interactúan diversas áreas del conocimiento como las ciencias de la computación, la estadística y la química.
En mi caso el enfoque es enteramente médico y por tanto se trata de informática médica, informática enfocada a actividades de la salud. La medicina hace uso de la información aportada por la bioinformática para desarrollar trabajos de investigación y mejorar las tareas de prevención, diagnóstico y tratamiento de dolencias y enfermedades. La bioinformática, en este marco, puede ser muy útil para el análisis de elementos de escala muy reducida, como las proteínas y los genes.
Sin embargo, aquí hablo del desarrollo y la aplicación de recursos computacionales para el manejo de datos médicos cuya finalidad es la creación de las herramientas que permitan obtener, almacenar, analizar y exhibir resultados enfocados al o de soporte a diagnóstico médico. La parte «computacional» viene con los modelos de aprendizaje, es decir, con el famoso machine learning.
Así entonces, conjuntando todo esto es que la descripción de «informática médica computacional» es la definición de mi actual actividad profesional.
La bio-informatica nos ayuda a desarrollar trabajos de investigación, y mejoras las tareas de prevención, diagnóstico y tratamiento de dolencias y enfermedades. La bio-informatica, en este marco, puede ser muy útil para el análisis de elementos de escala muy reducida, como las proteínas y los genes.
RECURSOS COMPUTACIONALES:
Para el manejo de datos médicos, cuya finalidad es la creación de las herramientas que permiten obtener, almacenar, analizar y exhibir resultados enfocados al soporte a diagnóstico médico.
Me gustaMe gusta