Escribía hace tiempo sobre como han cambiado las cosas en lo que al uso de la computadora se refiere. Sin embargo, resulta paradójico como aún hoy en día, con todo el aprendizaje del tema acumulado con el pasar de los años, así como de las evidencias y tendencias manifestadas por los consumidores, las empresas ya establecidas y las que van surgiendo no logran o aprenden a capitalizar el conocimiento generado por su competencia. Inclusive, en ocasiones, las mismas compañías llegan a «tirar por la borda» lo que van ganando.

Tanto Microsoft como Apple son buenos ejemplos del tema. La primera por el constante cambio en sus productos, así como su resonado fracaso en el desarrollo y promoción de productos. La segunda por desechar cosas que aparentemente son del agrado entre sus consumidores.

Uno de esos aspectos es el que resulta de la integración de los productos de ambas empresas. Por supuesto, es entendible que hasta cierto punto cada una evite que la otra se lleve a sus clientes pero igualmente resulta incomprensible como ninguna busca o permite que la otra pueda facilitar el integrar o compartir datos y documentos. Inclusive, a veces, la misma empresa no provee los elementos necesarios para tal integración entre sus propios productos.

Sinceramente, la vida digital es algo que creo empieza a quitar demasiado tiempo y es, al mismo tiempo, algo de lo que difícilmente podremos aislarnos o negarnos.