En la entrada previa, reflexionábamos sobre esos errores o descuidos en los que no correspondemos con las adecuadas citas, atribuciones o créditos al hacer uso de trabajos y resultados de otros en los nuestros. Tales descuidos, si bien no son intencionados, deben ser mínimos. Podemos esperar varios de ellos en autores que están iniciándose y ninguno, uno o dos en algunos más experimentados. Pero, lo cierto es que, si son meros descuidos, deben ser contados con nuestros dedos. Más, habla de un trabajo mal hecho o, peor aún, de alguna otra intención.

Los errores deben ser siempre a causa de un desuido desinteresado, no hay de otra. Uno siempre puede y debe esforzarse para poder hacer de su obra algo único y propio. Coincidencia involuntarias o por descuido siempre habrá y deben ser reparables.

Ahora, concentrémonos en una verdadera intención de copia y plagio. Como se indicaba en el post previo, es fácil y muy común encontrarse la misma respuesta o explicación en varios sitios web o foros. Quizás en los foros de usuarios de alguna tecnología, producto o servicio, o foro de alguna comunidad digital la reproducción del trabajo de otro (una respuesta), no se vea tan mal o no sea sancionada de la misma forma a que si se tratara de una publicación digital. En la última asumimos un propósito de venta de dicho trabajo y el correspondiente pago para con el autor de éste; en los primeros vemos las publicaciones como algo sin lucro (aunque en muchos de estos casos existe un reconocimiento a la participación de los usuario con «puntos» que son otorgados por el volúmen de las repsuetsas, la calidad de éstas o la frecuencia de participación) pero es igualmente sancionable. No importan las buenas intenciones, el propósito es el mismo: hacer uso del trabajo de otros, a nombre de uno, y recibiendo algo de ello.

No debemos olvidar el propósito y malicia que hay detrás de un plagio: esa búsqueda de hacer pasar algo de otros como propio, que busca principalmente tomar conscientemente algo de otros para obtener un beneficio personal (de figurar como el descubridor o inventor); que en una actividad remunerada o dirigida se transforma en tomar ese algo para evitar el trabajo de llevar a cabo una investigación o desarrollo, con el único objetivo de cumplir con algo (un requisito de titulación, una tarea, una encomienda) para recibir algo a cambio de ningún o poco esfuerzo.