Supe de 1Password v8 por las críticas del enfoque adoptado por el desarrollador, quien en lugar de continuar desarrollando aplicaciones nativas por plataforma optaba por moverse a Electron. Como desarrollador, entiendo la decisión de negocios que motivó a tal decisión, pese a los problemas que la plataforma seleccionada implican y que, como usuario del producto, me afectan.

Pese al disgusto no pensaba abandonar esta plataforma, como muchos otros usuarios anunciaron, pero si me esperé un poco para ver qué pasaba. Empecé haciendo el upgrade en la mac del trabajo (y he pensado hacerlo en la M1 pero no me he animado) y finalmente me animé a continuar con el iPhone. La verdad, salvo por el cambio de imagen (más «plana») y algo en la organización de la interfaz no había tenido quejas o problemas que reportar (aunque no he revisado esa capacidad de scripting que terminó por convencerme en adoptar este producto). Hasta ayer.

Hace unos días me aventuré en hacer un reset de los settings del iPhone (sin pérdida de datos) y me he topado con un problema que muchos ya han reportado y que ya lleva tiempo. Resulta que la facilidad para hacer uso de las capacidades de autenticación biométricas que el iPhone provee (identificación de rostro en este caso) no están funcionando, lo que obliga a uno a tener que teclear el password maestro (el que uno colocó para acceder a la aplicación 1Password) cada vez después de que esta se cierra.

Leyendo sobre lo que ocurre internamente en la aplicación queda claro que el problema (si bien puede ser un problema con Electron o el desarrollo sobre ésta) no dudo que sea algo derivado de las limitaciones que Apple impone a través de iOS.