De evaluaciones y desempeño (4)

Aunque en un post previo impliqué que cerraba esta serie, hace no mucho codirigí un trabajo de tesis que inicialmente enfocado a la medición del personal de TI con miras a su retención o mejor asignación por sus cualidades a proyectos específicos. El trabajo finalmente se enfocó más al tema de la selección del personal, pero algo de lo primero se me quedó muy presente. Adicionalmente, algunas cosas que se han sucedido en los últimos años me han llevado a escribir esto.

Muchas empresas presumen tener procesos de evaluación del desempeño (performance reviews) basados en la «meritocracia«, en los logros, y en las capacidades propias del individuo, para ofrecerle las recompensas (ascensos, bonos, aumentos) asociadas a los frutos de su trabajo o por un esfuerzo excepcional en su realización. En todas ellas, cuantificaciones o ponderaciones del supervisor, compañeros de trabajo, clientes, usuarios o la empresa misma y de cómo éstos perciben al evaluado, son entregadas (claro, hay empresas que ni eso entregan) al empleado. Las más presumidas (o mejor intencionadas) entregan un reporte al empleado señalando lo que se evaluó (pudiendo incluir objetivos fijados desde el inicio del periodo de evaluación y su cumplimiento), incluyendo la retroalimentación de cómo (ante los ojos de sus evaluadores) éste puede ser más productivo o cómo mejorar un aspecto personal. Todas tendrán métodos de evaluación y contarán con registros del historial de desempeño del individuo pero no he sabido de ninguna que tenga un método de cuantificación que pudiéramos llamar, ya no «universal» pero sí al menos «general» y verdaderamente objetivo.

Visto como se pretende que sea, me parece que está más que claro y entendido que no es mas que una calificación que busca ser objetiva sobre las cualidades y capacidades del individuo en la realización de una actividad o función. No dudo que exista toda una serie de trabajos y conocimiento teóricos detrás del concepto y tampoco creo que sea algo novedoso. Seguro que desde la Revolución Industrial se ha venido trabajando el tema desde un enfoque científico y no dudo que en tiempos anteriores, capataces y esclavistas hayan en mayor o menor medida buscado identificar o seleccionar a sus mejores recursos para mantener y maximizar la productividad en sus empresas. Algo que detrás lleva la necesidad de evaluar y calificar.

Sin embargo, ya en la práctica de estos tiempos modernos, sí me parece que la evaluación del  desempeño es algo que aún está en pañales en su aplicación (al menos yo no me he encontrado o sabido de algo efectivo).  La clave del asunto, creo, está en su cuantificación; en cómo verdaderamente medir la actuación de un individuo y así otorgarle un valor a ésta que le permita verse así mismo, o con otros, al respecto de su efectividad, conocimientos o habilidad. Algo que lleva detrás la necesidad de aplicar un verdadero método de cuantificación. Pero, me queda claro que es un tema importante y necesario.

La presunción no se queda en o es exclusiva de la iniciativa privada, ya que muchos gobiernos claman lo mismo en la designación de funcionarios públicos que no son electos por votación popular, pero claro, sabemos que en las cuestiones gubernamentales lo que impera es la política y por ende hay de todo, menos elementos objetivos en la selección y designación de gente para ocupar ciertos puestos. Hay sus excepciones, claro, pero eso son, excepciones.

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