Mientras observábamos al gato limpiarse, porque mi hija lo limpió, aclaramos el empleo de algunas palabras. Ella decía que estaba «chamuscado«, a lo que le hice ver esa palabra describe algo quemado y la que ella buscaba era «chamagoso«.
En ese momento me entró la duda si realmente esta palabra la esta usando correctamente, y así era. Pero, algo en la definición me llamó la atención (además de tratarse de una palabra «mexicana»), que fue el término «astroso«: otro adjetivo para denotar suciedad, rotura, vileza o desgracia. No pude evitar pensar en la palabra «pandroso», que no me es desconocida pero que a muchos de mi generación sí. «Pandroso» no está incluido en el diccionario de la RAE. «Gugleando«, encontré que Pándroso es el nombre de una de las hijas de Kekrops, primer rey de Atenas en la mitología griega.
En otro de los resultados de la búsqueda, aparece una entrada en el muro de la cuenta de Facebook de la cuenta de la Revista Algarabía, señalando la ausencia de la palabra por parte de la RAE y el significado que damos en México (al menos en la CDMX) a ésta. Dentro de los comentarios de la entrada, alguien señala la pena de que el «diccionario de mexicanismos» (sic) no la haya aun recogido. Pero, ¿debería? Dada la similitud, al menos en el sufijo de «pandroso» con la palabra «astroso», creo que bien podría haber una confusión y mal uso por la similitud vocal. Sinos vamos a la etimología de astroso, veremos que proviene del latín astrōsus, der. de astrum ‘astro’, y sabemos que los astros siempre han sido asociados con presagios y eventos ominosos. Creo que no resultaría difícil entonces entender porque a una persona de apariencia nada agradable se le llame «astroso». Así entonces, por etimología, ¿cómo podríamos explicar el porque llamamos a alguien «pandroso»? Difícil, ¿no?
Al margen de esto, curiosamente, la primera definición que el servicio de diccionario en línea de la RAE da sobre chamuscado, es sobre «algo indiciado o tocado de un vicio o pasión», pero indica que «chamuscado» es el participio (que adquieren la función de adjetivo calificativo en una oración) de «chamuscar» (quemar).