A finales del pasado mes de junio me lastimé la mano derecha. En un retiro de mi actual empleador, fuimos llevados a un campamento ecológico en un parque ecológico de la zona del Iztaccihuatl. Como parte de las actividades recreativas que tuvimos estaba el «mountain skateboard», en el cual me caí varias veces y en una de ella me lastimé la mano y muñecas derechas (primera vez que veo que me aparece un moretón en la palma de la mano). Otro integrante del equipo de Ciencia y Datos resultó lastimado de las manos también. No fu e un buen día para gente que depende de sus manos para transmitirle sus ideas a una computadora. Desde entonces que esa mano me ha venido «dando lata» con dolores ocasionales.

Hace como un mes, mientras trataba de alcanzar con el apuntador del mouse, un botón en una página web, la forcé en un ángulo agudo y la dolencia volvió. Imposibilitado para tener el control del ratón que tenía antes, opté por aumentar la sensibilidad del software controlador de este dispositivo de entrada. Me acostumbré a dicha sensibilidad. La semana pasada, siendo auxiliado por un compañero del trabajo con algo en la consola de AWS, tuvo problemas con el control del apuntador del roedor y comentó que parecía él ser el único con una sensibilidad muy baja para el control del apuntador.

Me ha venido dando vueltas en la cabeza si las empresas relacionadas con el desarrollo de sistemas operativos, computadoras, interfaces gráficas y dispositivos de entrada contarán con estadísticas de los valores de uso de la sensibilidad de los controladores de ratones, trackpads y similares. Sería interesante saber si esto ha venido cambiando desde la introducción de estos dispositivos o sí la gente aún se mueve en el espectro contemplado (¿el rango será el mismo desde sus orígenes?).

Hoy por la mañana me resbalé y caí. Me volví a lastimar la mano. El golpe me paralizó el brazo por unos minutos (aunque no sé si fue más por el dolor). No se me inflamó pero sí me dolió y el dolor persiste (me pregunto si esto me ayudará— por aquello de «un clavo saca otro clavo» o si empeorará el asunto. Ya he subido una «rayita» más la sensibilidad del ratón. Estoy a una raya de alcanzar el límite.