No estoy en contra de que al peatón se le conceda la cortesía e incluso una cierta preferencia de paso. Pero, no estoy de acuerdo que se le llena la cabeza con ideas de que él es un actor «privilegiado», con «prioridad» o de «realeza», pues tenderá a realizar acciones imprudentes pensando que él es el importante y que los autos deben detenerse a su paso.
Estoy de acuerdo en fomentar el uso de transportes alternativos como la bicicleta y patines. Pero no estoy de acuerdo en hacerlos competir por el espacio de circulación, así como hacerlos convivir forzadamente con los automovilistas.
Estoy de acuerdo en que el uso del automóvil debe disminuir. Pero, no estoy de acuerdo en que busque descincentivarse dificultando su uso (reduciéndole espacio de circulación, quitándole lugar de estacionamiento, restringiendo su uso por cuestiones ecológicas, incrementando su costo de utilización), que se satanice el poseerlo o usarlo. Desafortunadamente, por ser más rápido y menos costoso, las autoridades recurren a lo anterior. Ya sea por costos, por facilidad de implementación o por mera demagogia, lo cierto es que las autoridades en México, y particularmente en la CDMX, recurren sistemáticamente a las soluciones fáciles y rápidas, actuando siempre contra de los automovilistas, cuando ellos mismos dudo hagan uso de los transportes públicos. Como yo he dicho siempre, no puede administrarse lo que se desconoce.
Tenemos un problema de contaminación muy grave en el Valle de México. Dicen que mucho de su origen son los automóviles. Supongamos que sea cierto. Imaginemos incluso que en su totalidad, pa’ pronto. La CDMX no tiene la infraestructura necesaria para movilizar por transporte público a toda su población, y ya no digamos «cómodamente». Además, se requiere de una enorme cantidad de auto transportes para mantener su actividad productiva y comercial, así como la administrativa y social. La CDMX es tan grande que autos y camiones son necesarios. Punto. No podemos prescindir de ellos. Además, aun y cuando tuviéramos un transporte público eficiente, el auto es sun símbolo de estatus y una comodidad aspiracional. No importa lo que digan, no abandonaremos el poder tener un auto y hacer uso de éste. Punto.
Así, deberíamos actuar acorde a esto y no contra ello. Debería buscarse minimizar el tiempo que está encendido el auto (menos tiempo, menos contaminación), buscar que opere a velocidades en las que su consumo de combustible es más eficiente. Así, en la misma medida, debe sancionarse abusos y subutilización.
Similarmente, el peatón debe ser educado a hacer uso de la infraestructura que debe usar. No se trata de «imponer restricciones que favorecen a los que tiene autos», lo que se hace es evitar situaciones que permitan ocurra un accidente. Igual con las bicicletas.
Conductores, bicicletas y peatones, todos son actores de un mismo sistema. Todos ellos tienen obligaciones y responsabilidades al hacer uso de la infraestructura y participar en la dinámica vial. Cada uno de ellos tiene su momento para ello y así debe ser respetado. Así debe ser sancionado.