
Como escribía la semana pasada, para mi generación los celulares han sido lo que debió ser la TV para la de mis padres. En un inicio uno bendice a la tecnología por estar disponible para poder calmar a las nuevas generaciones de las que somos responsables pero no tarda mucho uno en darse cuenta como eso que consideramos una bendición se transforma en problema.
Según yo, en algún momento escribí en este blog (aunque no encuentro la entrada) sobre el haber notado como el apego por el uso del celular y tableta electrónica en mis hijos comenzaba a rayar en un vicio, pues al solicitarles que dejaran de usarlos se presentaban algunas reacciones de las que vemos o leemos son propias de la abstinencia a un vicio ( ansiedad y enojo para empezar) y empieza a uno a notar el sedentarismo que generan.
Un comentario en “De vicios y virtudes (2)”