Ya antes he escrito sobre vicios:
- Las adiciones a los video juegos (post).
- Juegos de azar y sus regulaciones (post).
- Obsesiones mías (post).
- El síndrome FOMO (post).
- Más algunas menciones sueltas a las malas costumbre que tenemos en cuestión de vialidad.
Sólo he mencionado un par de veces la palabra «virtudes». ¿Significativo? No lo creo, pero si es un hecho que tenemos más vicios que virtudes.
Bueno, es posible que haya que investigarlo, pero creo que todos estarán de acuerdo en que es mucho más sencillo cultivar un vicio que una virtud. Un vicio es «visceral», emotivo, una reacción a un placer primitivo que es muy simple dejar que nos domine. Una virtud es, por otro lado, algo que requiere paciencia y disciplina.
Para el primero uno sólo debe dejar que le guste. Para la segunda uno debe querer cultivarla. Así, no creo que sea muy difícil que la cantidad de vicios supere al de las virtudes.
Esto viene a colación por algo que recientemente leía1, y que no me extraña: la adicción que hoy vemos a los celulares. Ya desde hace tiempo que el problema se detectó en adultos y un poco menos en niños y adolescentes.
Yo recuerdo muy bien el día que le presté a mi hijo mi celular para que se entretuviera mientras esperábamos en una cita médica, y la aplicación que usé para ello: Angry Birds. Si bien la obsesión se mantenía a raya por esperar a un momento en el que él pudiera conseguir el celular, esto se perdió cuando él expresamente pidió como regalo de cumpleaños el poder tener un celular propio.
Referencias
- Jhoanell Angulo, «La adicción a los teléfonos inteligentes crea un desequilibrio cerebral«, Tekcrispy, web. Publicado: 2017.11.30; visitado: 2018.03.30. URL: https://www.tekcrispy.com/2017/11/30/adiccion-telefonos-desequilibrio-cerebral/
Dr. Edu 