El 26 de julio Excélsior publicó en sus páginas dedicadas a la tecnología (sección Dinero, página 18), una noticia que por su título debió llamar la atención de más de uno. Yo he visto ya muchas veces títulos muy similares y con un contenido, igualmente, muy similar. Ya no me sorprende lo que llego a leer en éstas notas periodísticas, aunque aún no puedo evitar sentir molestia cuando leo algunas de ella. Tal fue este caso.
Generalmente se trata de notas sensacionalistas que sólo buscar atraer el morbo del lector y que pintan a los hackers y su entorno como lo hacen en las películas: inadaptados sociales, rebeldes, genios incomprendidos o nerds que pueden romper la seguridad de un sistema de cómputo y robarse de éste todo lo que hay en segundos. Nada más que fantasías que fomentan la paranoia social sobre seguridad y privacidad. Esta ocasión no fue diferente y la nota era muy mala.
En el marco del Campus Party, la nota hablaba de un supuesto hacker identificado solamente por su usuario en Twitter, @xrandy, descrito como un joven en busca de fama, notoriedad y respeto, que incluía tirar la red del mismo Campus Party. Mencionando términos como hacker, hacking, cracking y hacktivismo e incluyendo algunos dichos de firmas y expertos en seguridad, la nota parece contradictoria y sólo ensalza una actitud criminal del supuesto hacker.
En el sitio del Excelsior la nota contaba con 4 comentarios al momento de desaparecer, tres de ellos eran de Raul L. pidiendo la quitaran:
Por: Raul L.
Por favor de la manera más atenta, les pido que quiten esta nota, ya que no fue lo que comente. Son un periodo serio y no sé vale que hagan este tipo de cosas, sin más por el momento les agradezco sus atenciones. Gracias
El URL que tomé del mismo día de su publicación muestra una página en blanco aunque no un 404. Al buscar referencias en la red sobre @xrandy, Google devuelve varios resultados que identifican a un chiapaneco, como cita el artículo pero la mencionada cuenta en Twitter, así como algunas otras páginas con perfiles relacionados a esta clave de usuario ya no existen y algunas fotos de los correspondients perfiles parecen haber sido retiradas o cambiadas.
Aunque la nota del Excelsior ya no puede consultarse (salvo en el plugin cuya liga incluyo al inicio de este post), el caché de Google aún la muestra; la reproduzco aquí.
¿Que hay en la cabeza de un hacker mexicano?
La curiosidad y las emociones de ser perseguidos son temas que llevan a estos personajes a practicar esta actividad
Gabriela Chávez
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de julio.- Escudados detrás de la bandera delhacktivismo, jóvenes mexicanos de entre 18 y 30 años, son reclutados a través de redes sociales para formar parte de organizaciones que gustan de realizar ciberataques.Éste fue el caso de @xrandy, un joven de 20 años, quien asegura entre el bullicio de la gente que pasea por la oscuridad de Campus Party, que ingresar al mundo del hacking fue una combinación de curiosidad y necesidad de emociones.
Su rostro, iluminado por una pantalla LED de 14 pulgadas, no muestran de primer momento sus rasgos, pues sin dejar de usar el teclado de su laptop asegura ser chiapaneco.
Las ganas de ser el que pueda tirar la red de Campus Party y llevarse ese reconocimiento entre la comunidad de hackers mexicanos, lo lleva a no dejar de usar su computadora incesantemente, a pesar de saber que está siendo entrevistado.
“Comencé a hackear cuando tenía 17 años y me obsesioné. Es una sensación extrema saber que puedes hallar los huecos en el sistema de una empresa y que puedes entrar a donde nadie lo hace, si no formas parte de la compañía”, comenta sin despegar la mirada de la computadora abierta en una página con códigos de programación.
A simple vista parece un joven común y corriente. Viste mezclilla, tenis y una playera negra. No quiere hablar de otros hackers ni de su afiliación a alguna organización nacional o internacional.
Al preguntarle sus “logros” como hacker, deja de escribir. Por primera vez pone atención a la entrevista. @xrandy cuenta que su obsesión por encontrar los agujeros de un sistema le causó problemas de salud.
Asegura que se mantenía despierto el mayor tiempo posible para seguirhackeando. Bebía café o tomaba pastillas para no dormir.
Volviendo a su máquina, dice que el hábito de violar los sistemas de seguridad de algunas compañías, de las que prefirió no hablar, se alejó cuando fue atrapado por la policía cibernética mexicana, y pasó a formar parte de la pequeña comunidad de ciberdelincuentes que hay en México.
“Atraparlos es fácil, porque ellos mismos se hacen propaganda. Lo difícil es saber qué hacer con ellos. Para bloquearlos, lo que hay que hacer es involucrar a los proveedores de servicios, como las redes sociales, con el objetivo de no hacerles publicidad”, menciona.
Después de ese episodio, @xrandy señala que es cuando decidió alejarse del cracking, que define como hackear por molestar.
Ahora se enfoca en el desarrollo de aplicaciones y software de seguridad, pero en beneficio de las empresas y no en su contra.
“La mayoría de los miembros de las organizaciones hacktivistas están ahí por una motivación que es incorrecta; piensan que están haciendo un bien cuando en realidad están cometiendo un delito. Sin embargo, el estar confundidos no les quita culpa”, explica Dimitry Bestuzhev, director para Latinoamérica del equipo global de Investigación y Análisis de Kaspersky Lab, consultado después de platicar con
@xrandy.“Su paga es la fama”.
A partir del destape de miles de documentos clasificados filtrados por WikiLeaks, el auge del hacktivismo cobró protagonismo en redes sociales con grupos como Anonymous o Lulzsec, al filtrar información privada de empresas y gobierno como Sony o News Corporation, los cuales tambalearon y afectaron la seguridad de sus clientes.
Kaspersky, afirma que las técnicas que utilizan para hackear son sencillas; sin embargo, la sed de fama de los reclutados y la poca cultura de ciberseguridad de las empresas vuelve a internet el entorno más vulnerable.
Bestuzhev instó a no publicitar este tipo de ataques en la red, y advirtió que, debido al crecimiento del mercado de telecomunicaciones, ésta es una tendencia que no dejará de crecer.
Poco antes de darse por vencido al no poder hackear la red de Campus Party, @xrandy responde a la pregunta de por qué intenta un nuevohackeo ilegal, si decía que ya era una persona de bien.
“La fama es la fama, y esa muchas veces llama más en este medio”, dice al despedirse.
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2011-07-26 02:00:00
El dominio xrandy.com.mx parece que ya no existe también. Este dominio aparecía en el perfil de Facebook de José R. López Hernández (el caché de Google lo mostraba aún al momento de escribir este post), quien por datos en otros sitios veo que es de Chiapas y aparece en varias búsquedas relacionadas con el usuario de Twitter mencionado. Así la correlación de datos parecen indicar se trata de esta persona.
Creo que la publicación de esta «nota periodística» refleja una carencia de criterio o conocimiento editorial por parte del Excélsior. Personalmente me pareció una nota sensacionalista. Sin embargo parece haber afectado al personaje objeto del artículo.