Recientemente en un tweet de @MacUpdate, anunciaron una actualización de una aplicación aun en beta destinada a ayudar en la desinstalación de aplicaciones en Mac OS X. Me llamó la atención la descripción de esta aplicación pero dedicaré una entrada posterior a este tema.
Si hay algo que me agrada mucho de Mac OS X es que es muy limpio en lo que a la instalación de aplicaciones se refiere, a diferencia de Windows en las que las mayoría de las aplicaciones requiere la utilización de un instalador para proceder con la creación de rutas, copiado de archivos, asignación de permisos, registro de componentes y manipulación del Registry. En el caso de Mac OS X lo que comunmente se hace es simplemente arrastrar la aplicación al folder Applications y ya.
Obviamente en el caso de Windows retirar la aplicación obliga a usar un desinstalador para quitar todo lo que se puso al momento de instalar la aplicación, valgan todas estas cacofonías. En el caso de Mac OS X basta, en muchos casos, con mover a la aplicación al Trash, es raro cuando se requiere en este sistema operativo usar un instalador y por ende el correspondiente desinstalador.
Sin embargo, a pesar de la simplicidad provista por el Mac OS X, uno sabe que toda aplicación hace uso de archivos de trabajo, por lo que simplemente borrar la aplicación puede dejar cosas consumiendo espacio en disco. Por lo que vale la pena conocer los archivos y directorios que la aplicación maneja para que cuando ésta se borre (aún usando un desinstalador) se verifique que todo lo usado por esta aplicación sea debidamente eliminado.
Afortunadamente, manteniendo la pulcritud del sistema, la mayoría de los desarrolladores en Mac OS X incluyen instrucciones de como remover la aplicación detallando las rutas de trabajo y archivos que deben ser quitados.