Cubículosis

Seguramente llegué a ver los cubículos de oficina antes, en alguna oficina, película o programa de televisión. Recuerdo que llegué a ir al trabajo de mi papá en varias ocasiones, pero no recuerdo en particular oficinas o cubículos, aunque seguramente allí estaban. De cualquier forma, la imagen de los cientos de cubículos que aparecen en una escena de Tron (1982), se me quedó muy grabada en la mente.

Hoy en día, las cosas son muy diferentes. Ya sea por cuestión de costos del área de piso, de mobiliario, o incluso en aras de una igualdad y el evitar señalar diferencias por escalafón, las áreas de trabajo son más «planas», colectivas y a veces asemejan más una sala de juntas que otra cosa.

Personalmente, los espacios de trabajo de trazado laberíntico me gustan mucho. Me traen recuerdos de cuando se trabajaba con terminales de mainframe. Y, entre más grandes y enredados, mejor.

Claro que no dudo que haya objeciones a este respecto, señalando que estas distribuciones dificultan el paso y una evasión si es necesario. Tampoco falta la o el colega diciendo que se siente rata de laboratorio o que es un entorno opresivo.

Hace tres años, salió al aire la serie «Severance» en Apple TV+. La serie es muy buena por su trama, como la actuación de sus actores, e incluye elementos visuales muy atractivos. Para mí el más significativo es el de su escenografía de cubículos de trabajo y la distribución de oficinas en las instalaciones de la ficticia empresa u organización en la que se desarrolla la historia. Los cubículos son particularmente lacónicos, austeros, simples, pero al mismo tiempo elegantes, en medio de grandes espacios vacíos, y contrastando con la laberíntica y opresiva distribución de los diferentes departamentos u oficinas en la organización.

Hoy en día el teletrabajo es una opción de mucho peso. Yo he venido optando por ella desde antes de la pandemia. El encierro del 2020 vino a forzar el desarrollo de este modelo y, aunque no se quedó, aún es una opción considerable. Esto, claro, vino a terminar con los cubículos de trabajo y el forzar a las empresas a revalorar lo que ellas invierten en instalaciones. Muchas se han movido totalmente a este esquema dejando una presencia física mínima (quizás a lo que pide la ley).

No es de extrañarse que, si bien los trabajos remotos fueron bien recibidos, realmente no tardó mucho en que muchos (empleados y empleadores) quisieran regresar al trabajo presencial. Algunos por la falta de contacto o las dificultades de trabajar en un entorno no apto para ello y otros por su incapacidad para trabajar sin supervisión o para supervisar a alguien de quien «no pueden estar detrás.» Así, hemos llegado a los tres esquemas que hoy se presentan (remoto, híbrido o presencial), pero, dado lo que el empleo remoto nos hizo valorar, el cubículo ha perdido terreno. Los escritorios y áreas comunes son mucho más fáciles y baratos de mantener y administrar.

Referencias

  1. «The Never-ending Story – A Brief History of the Cube«, iSpace Environments, blog. Visited: 2025.07.24. URL: https://ispaceenvironments.com/the-never-ending-story-a-brief-history-of-the-cube/.

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