Costó algo de trabajo saber dónde estaría el programa al que estaba asociado. Algunas búsquedas en la internet no me proporcionaron mayor información de cómo hacerlo. Fue a través de la utilería Uninstall.apps de las herramientas de Parallels que lo averigüé.

Resultó ser que en un directorio que Miniconda crea y que, muy enterrado en éste, deja el intérprete de Python 3.12.0 generado por Anaconda, Inc. y, como mencioné, es un directorio simple y llano. No es el bundle característico de una aplicación.

Aunque el directorio parece no tener los atributos extendidos que lo calificarían o identificarían como una aplicación ante el sistema, éste es agregado al Launchpad. La aplicación no abre en el entorno gráfico, funciona sin problema a nivel de línea de comandos. Por supuesto resulta molesto tener ese ícono inútil en el Launchpad.