«La log» solían decirme la gente que estaba a cargo de ACyP cuando trabajaba en Banamex y debía pasar por este departamento para poder enrutar mis liberaciones a Producción. No era algo común (y creo no haberlo escuchado antes) escuchar referirse al término anglosajón de bitácora como femenino pero por alguna razón no me extrañó. Algunos años después me tope con un caso similar con la referencia a una camioneta, pero ya escribiré de ello después.
Ya usar un término extranjero en nuestro idioma es un barbarismo (una forma elegante de decir simplemente que se trata de una idiotez). Tratar de justificarla bajo una falsa o equivocada aseveración intelectual es un esnobismo (además de ser una estupidez mayor aún). Así que hablar de «el log» o «la log», estrictamente hablando está mal. Debe uno referirse a ello como «la bitácora». Sin embargo, «log» es más corto que «bitácora» y la contaminación del inglés en el terreno de la informática y la computación es extenso y profundo, tan arraigado que para justificarla se hablan de «tecnicismos», pero no dejan de ser barbarismos y creo que no pueden justificarse al existir un término en español. Pero si se insiste en ello, creo que por lo menos minimizar la ridicules y así, de acorde a las reglas de nuestra lengua, «log» debe ser tratado como masculino.
Al margen de esto, recientemente leí un libro en el que el término log es algo recurrente y normal (claro se trataba de un libro dedicado a un servicio de monitoreo informático). Dado que lo leí en un lector de libros electrónicos, fue fácil acceder al diccionario de éste. De las diferentes acepciones del término, la gran mayoría tienen que ver con los troncos (de los árboles) o de algo derivado de la madera de éstos. La segunda definición se refiere a la bitácora de un navío o aeronave. Todo esto como sustantivo. Como verbo, el término se emplea para referirse a la acción de crear una entrada en la bitácora (hacer un registro en ella) y también proceder con el acceso a algo (que podrá parecer que no tener nada que ver pero si se entiende esto como «firmarse para acceder», viéndolo como el anotarse en un registro de acceso, podrá verse que tiene todo el sentido del mundo), así como la salida de algo en lo que previamente uno se firmó.
El el diccionario se indica (y es lo que me llamó la atención) que si bien en un navío las lecturas de velocidad (y quizás de flotación y orientación también) involucraban el uso de pequeños maderos, el nombre del documento donde se hacían estos registros recibió este nombre: log. Después de esto, me pongo a pensar, ¿por qué entonces en español el nombre no evolucionó como «el madero»? Supongo que es tema de otra entrada. Pero, resulta interesante ver cómo es que el término evoluciona y adquiere el sentido actual en el idioma inglés.
Log es también una abreviatura que se emplea en referencia a los logaritmos pero para este caso el nombre proviene de «razón» (logos, hablando de proporción, no de pensamiento) y número (arithmos). Tema para otra entrada.