Hace tiempo que inicié una serie de entradas con algunas reflexiones enteramente a título personal de mi percepciones para con mis alumnos, egresados y el papel del programa de Maestría en Informática de la UPIICSA. Dichas entradas fueron inicialmente para expresar lo importante que considero es la transmisión de conocimiento de parte del profesor, especialmente ese conocimiento que no se encuentra fácilmente o simplemente no existe en ningún libro.
Lo anterior, creo que es particularmente relevante para un programa de posgrado que fue creado y dirigido inicialmente a profesionistas (entradas 1–3). A veces con algo de humorismo (entrada 4), para señalar lo importante que es pensar el aspecto práctico de pensar en el futuro y de las tonterías de los políticos (entrada 5). También para mostrar la influencia de algunos empresarios (entradas 6 y 16) y algunas instituciones gubernamentales (entrada 7).
En esa serie de entradas también reflexioné un poco sobre la naturaleza y futuro de la profesión que decidí impartir y seguir (entradas 8–11) pero regresé con lo que inicialmente me interesaba transmitir (entradas 12–14 y las entradas 15–18), en parte motivado por la necesidad que se presentó en esta maestría por «justificar su pertinencia».
El problema con dicha justificación es que si bien sería riesgoso encargarla a un tercero imparcial (que sería lo más objetivo y científicamente apropiado; aunque para lo cual no hay presupuesto), se hizo por el mismo cuerpo académico (lo cual le resta objetividad y valía, mírese por donde se mire). Adicionalmente, se trata de una validación efectuada por un cuerpo académico conformado principalmente por académicos de tiempo completo que (y sin ánimo por demeritarlos) no tienen idea de lo que se requiere para ejercer en y la dinámica del campo profesional de la informática y computación. Algunas consideraciones y antecedentes sobre el aspecto de la empleabilidad del egresado, las dificultades y las actuales políticas gubernamentales es lo que he venido planteando en las últimas entregas (entradas 19–21).