La segunda molestia del año vino cuando recibí un correo promocional avisándome de un cupón que podía canjear en un pedido para obtener un vaso mezclador promocional de Starbucks. Esto fue hace uno o dos meses. Como suele ocurrir me entero tardíamente de esto y el cupón expira o se agotan las unidades destinadas a ser regaladas.

Aprovechando la casualidad hice uso de este. Asombrosamente y por primera vez, Dolce Gusto cumplió con su entrega de «mismo día». Desafortunadamente el vaso no llegó. Otro coraje.

Contacté a Servicio a Clientes vía Whatsapp, proporcioné evidencias (foto y datos del pedido) y me dieron un folio con el que llamé nuevamente a otro departamento. Tres o cinco días después recibí un envío de Dolce Gusto: una taza de Starbucks, pero no el vasito mezclador. Decidí abonar a pérdidas (algunos dirán a «canjes») y seguir con mi vida.