«Segunda semana en un nuevo empleo«, así empezaba el post en el que relataba mi segunda semana en Neoris. La cual no fue mala pero pudo haber sido mejor. Empleo que, cuando consideré dejarlo, pensaba no podía encontrar algo peor.

Once meses después empecé otra experiencia de onboarding con Tech Mahindra, la cual sí fue muy mala (incluso también con el cliente al cual me asignaron inicialmente). Un Program Manager (PM) que sólo se presentó mandándome un correo diciendo «Welcome!» y luego un cliente con el que tuve que buscar integrarme a su equipo de trabajo y los contactos para hacerme de lo que necesitara.

Tras esas dos experiencias en las que el recurso parece ser solamente un elemento que puede desecharse o que no merece más atención a que sea asignado y reporte su tiempo, llegué a pensar que la vida en todas las consultoras era así.

Cuando he comenzado a escribir esto ya he completado ya mi segunda semana en otro nuevo empleo. Otra consultora pero con la que la experiencia de onboarding ha sido completamente diferente. Incluso también con el cliente al que he sido asignado. Así que puedo decir que, al respecto del final del párrafo anterior, estaba equivocado.

Alguna vez escribía de la calidad, que si bien es difícil describirla con precisión, se nota cuando no está presente, o cuando lo está.