Después de aceptar lo inevitable y cargar a pérdidas, empecé a revisar opciones de reemplazo. Por supuesto que me gustaría un disco duro externo de estado sólido pero aún resultan muy caros en comparación con uno mecánico (por lo revisado en una proporción 3:1).

Revisando opiniones, leía de alguien que sugería el servicio de BackBlaze, un tipo de servicios que vale la pena considerar pues cubre un aspecto básico del respaldo: la ubicación geográfica. De poco servirá un respaldo en el mismo lugar de la computadora si ésta es robada o dañada y el disco de respaldo es objeto del mismo siniestro.

Aunque BackBlaze cubre más que los servicios de iCloud (que ya he cubierto en las series de entradas iCloud drive y Nubosidad) al respaldar directorios que van más allá del Desktop y Documents (aunque algunos otros son respaldados por la aplicaciones que las usan), no permite hacer respaldos de ciertos tipos de archivos ni de ciertas rutas (el sistema operativo, utilerías, y rutas relacionadas) no se pueden respaldar. Sólo es unos dos dólares al mes más barato que los servicios de Apple. La ventaja de los servicios de Apple es el que el «respaldo» permite que el contenido esté disponible a cualquier dispositivo con macOS, iOS, tvOS, watchOS e iPadOS donde se use la cuenta de iCloud (titular o de familiares invitados). Así que, si uno tiene una Mac (aun y cuando no se tengan otros dispositivos de Apple), parece poco atractivo el servicio de BackBlaze.

Decidí probar el servicio de BackBlaze, haciendo uso de sus 15 días de prueba. Mi respaldo sumó unos 279 GB y después de unas 36 hrs de ejecución casi continua llevaba 50% de avance, lo cual no me preocupó mucho pues entiendo que es un servicio en la Internet. Decidí suspenderlo porque, tras lo ya expuesto el inicio, me pareció redundante con lo que ya tengo de iCloud y no cubría un respaldo total del equipo.