El sábado la llamada llegó entre 10 y 15 minutos pasada la hora. No era la misma mujer con la que había iniciado este diálogo. Lo que siguió fue más o menos así.

Primero me solicitó introdujera en el teclado del teléfono «*#06#» para obtener el código IMEI pero me pareció algo no adecuado, después de todo, según he leído y me parece haber recibido en comunicación con Telcel, este valor no debería ser proporcionado (ni solicitado) tan libremente pues el equipo pude ser «clonado». Le pregunté al respecto a esta chica quien fue varías veces evasiva al respecto y a lo que me llevó a cuestionar si en realidad llamaba de Telcel. Según ella me indicó era para validar el estado del equipo (estado que creo que es bueno pues mi problema, como tuitee desde un inicio se limita a un rincón del departamento donde habito y en el que la señal es débil). De cualquier modo le indiqué que por razones profesionales no podía darle el IMEI. Le indiqué que ya me habían asegurado que la prueba no seria invasiva a mi privacidad y seguridad. Me puso en espera por algunos minutos.

Estas razones tienen que ver con las configuraciones y aplicaciones que he venido instalando en las últimas dos semanas. Sin contar el token de BBVA, el de HSBC, el de Google (que uso ya para cuestiones personales) y los servicios de autenticación de Apple he debido instalar otros cuatro tokens y un perfil de seguridad en mi teléfono para poder acceder a las aplicaciones de mi empleador y el cliente al que he sido asignado. Si algo pasara y éstos determinaran que fue porque mi celular fue comprometido y yo no hubiera levantado un incidente de seguridad por haber compartido el IMEI tendría problemas. Y, si levanto el incidente, seguramente tendría que reinstalar y repetir todo este asunto de configuración pues posiblemente algunas cosas podrían ser invalidadas por mi empleador o el cliente.

Lo siguiente fue hacer algunas pruebas de llamadas y de envío de SMS (este último falló). Me pidió apagar el equipo y extraer el SIM. Cuando lo hice me pidió el número de éste, que se lo di pues este de hecho me fue inicialmente dado por Telcel. Reinserté el chip y encendí el equipo. La prueba de SMS nuevamente y esta vez funcionó. Al audio del lado de esta mujer empeoró y apenas podía entenderle.

Acto seguido pruebas de navegación en internet (para lo cual apagué el WiFi, pues no tendría sentido el asunto de no hacerlo y fue algo de mi parte, no por solicitud del técnico de Telcel). No salía a internet. Las páginas no cargaban. Me preguntó lo que la barra de estado del celular indicaba, «sólo una rayita y 3G«, indiqué. Me pidió borrar el caché («a otro perro con ese hueso«, pensé). Me negué a ello. Nuevamente me puso en espera. Algunos minutos después me pidió reiniciar la configuración de red del teléfono. Consideré que eso no sería problema y así lo hice. Nada cambió al respecto de la salida a la internet.

Otra vez me puso en espera. Mientras, decidí probar yéndome al otro lado del departamento cerca de una ventana. La navegación de internet funcionaba sin problema. Regresé al punto ciego. No había salida a la Internet. Cuando la chica volvió, traté de comentarle al respecto pero entre su insistencia de que quería que hiciera una prueba colocando mi chip en un «teléfono liberado» o preferentemente con Telcel, y la mala calidad del audio tardé en ello. Yo esperaba que esto llamara su atención pero para mi sorpresa no fue así, para ella «había que ver que le pasaba a este equipo», para mi es más que evidente que es simplemente un problema con la fuerza de la señal.

Como la prueba que solicitaba no podía hacerla en ese momento quedó pendiente (además de que mi paciencia se agotaba, tras casi 30 minutos). Quedé de ponerme en contacto con ellos cuando estuviera listo pero, como inicialmente declaré en mi primer tuit, estoy ya buscando información con AT&T sobre cómo proceder para irme con ellos.