En este momento, igual a como ocurre en cualquier evento de magnitud territorial (del tamaño de una ciudad o mayor), todo mundo se vuelve un experto y todos opinan. Así pasó tras pasado (posts 1, 2, 3, 4 y 5) el terremoto del 19s-17, cuando todos nos volvimos sismólogos y expertos en fallas estructurales. Este es el momento del COVID-19 y así todos somos ahora expertos epidemiólogos o virólogos. Sin embargo, a diferencia de un terremoto, donde todo ocurre en menos de dos minutos y la vida continua una semana después una pandemia es mucho más amplia y afecta algo más que una infraestructura habitacional. Una pandemia exige también considerar aspectos sociales, políticos y económicos, así que aquí va mi granito de arena en este asunto.

Como escribía recientemente, pareciera que muchos piensan (o así dan la impresión, especialmente las autoridades) de que esto (si bien se está prolongando) es algo temporal; un evento que ha ocurrido y que pasará para luego retomar la normalidad a la que estábamos acostumbrados. Pero no es así, las cosas ya no serán como estábamos acostumbrados.
Muchas cosas resultarán afectadas y tomará tiempo puedan volver a ser sostenibles o rentables, pero no como antes, tendrán cambios. Otras, se perderán y serán substituidas por otras. Y, quizás algo nuevo surja de todo esto (esperemos sea para mejorar). Dado que esto será largo, lo he seccionado. Esta es la presentación a esta serie de posts.