Continuando con este tema (no sin antes recordarles la lectura del disclaimer^* al respecto) revisamos las percepciones sobre las redes inalámbricas.

Las redes inalámbricas son inseguras por naturaleza, presentan un grado adicional de inseguridad a las redes alámbricas. Las redes alámbricas implican un contacto físico con el medio y los conectores. Las redes inalámbricas no (entendiendo por «contacto físico», el contacto que hacen los conectores y cables requeridos), éstas operan a distancia «a través del ether» (y, ya sé que el ether no existe, lo uso meramente como parábola).

Sin embargo, quienes les digan que una red inalámbrica es insegura y por ello rehuya a esta tecnología es un paranoico (antes era más frecuente encontrar estas opiniones). El mundo ha abrazado la tecnología inalámbrica y busca que todo llegue a ser así, pese a las quejas y paranoias de muchos. Ni modo.

Quienes enseñamos o dedicamos a la cuestión de la seguridad informática, solemos decir que no existe computadora segura (antes decíamos que la única computadora segura era la que estaba desconectada y apagada pero incluso eso ha cambiado; muchas cosas pueden saberse de una computadora apagada). Es una forma de poder justificar el riesgo inherente de esta tecnología.

La única diferencia entre una computadora o red segura, y el lograr acceder a una computadora o red (según el lado en que se encuentre uno, atacante o atacado), es el tiempo o dinero que uno está dispuesto a invertir en aprendizaje, aseguramiento (reforzamiento —hardening, como le decimos en el medio), software y hardware, ninguno de los cuales son eternos y requieren su continua actualización o reforzamiento.

* El leer esta y subsecuentes entradas implica un conocimiento y aceptación de la política de responsabilidad de este sitio (por lo que si no la han leído, háganlo). Lo expresado en éste y subsecuentes posts se hace con el propósito académico de ejemplificar un punto, explicar un tema y sin ánimo de lucro o dolo, pese a lo que el título y lo escrito puedan implicar.