Desde hace tiempo que esta entrada se «quedó en el tintero». Inicialmente una entrada aislada, tan sólo para comentar algo que me ha tocado vivir a mi y mis hijos. Pero, es algo con tantas implicaciones y ramificaciones que terminé con una serie de posts. El término ya lo he usado antes.

Meme (que en inglés es pronunciado «mim»1, pero que en español resulta correcto hacerlo como «meme»2 ) fue concebido para explicar lo que se podría considerar una unidad de información cultural, de la misma forma en que un gen (o gene) se considera como portador de información genética. Aunque expuesto de esta forma, el término no deja de ser algo vago para un informático, hay que resaltarlo.
Se trata de un término con 40 años de vida, pero que sólo hasta este siglo lo hemos visto usarse frecuentemente y popularizarse en el vulgo3,5 (aunque personalmente me parece que en México fue en ésta década). De cualquier modo, el elemento y fenómeno ha cobrado tal magnitud que incluso hay gente en las áreas de comunicación social que llegan a ser etiquetadas como «expertos en memes» (e.g. @jrisco en Twitter), aunque suene extraño que sea posible adquirir un cierto grado de experiencia o especialización en esto.
La mayoría (si es que no todos) creen o asocian el término a algo gráfico, pero puede ser cualquier cosa: texto, video, sonidos, objetos. Algo que transmite una cierta cantidad de información por medios no genéticos y no necesariamente digitales.
Por ejemplo, el término con que inicio este post (y que ya he usado con anterioridad en otros), «en el tintero». Mis padres me platicaban cómo antes de la aparición de las plumas «atómicas» (término producto de la mercadotecnia de la época), para escribir con tinta, se requería una punta y un frasco de tinta. Quienes no podían hacerse de una estilográfica, debían recurrir a un pedazo de madera o una pluma que se cortaba en cierto ángulo para tener una punta y un receptáculo para almacenar una gota de tinta que la punta se encargaba de ir liberando, de aquí que las plumas de aves resultarán— además de elegantes — idóneas para esta labor. Decir «se quedó en el tintero» es hacer referencia a que la idea se quedó, figurativamente, en el frasco de tinta (de la misma forma que un escultor dice que su obra se encuentra encerrada en el bloque de mármol o madera que él debe «ir descubriendo»). De alguna forma se intuye la idea, quizás con algo de incertidumbre pero debe resultar evidente para la mayoría de los individuos.

Es precisamente esa auto evidencia, la cantidad de información1 que la idea nos transmite.
Referencias
- «Meme«, Wikipedia«, web. Visited: 2018.05.29. URL: https://en.wikipedia.org/wiki/Meme.
- «Meme«, Wikipedia, web. Visitado: 2018.05.29. URL: https://es.wikipedia.org/wiki/Meme.
- Marco Gonsen, «Memes«, Excelsior, sección Dinero, página 18, México, D.F., 2012.09.03. URL: http://excelsior.com.mx/periodico/flip-dinero/03-09-2012/portada.pdf.
- Eduardo René Rodríguez Ávila, «Datos, información, conocimiento y consciencia«, ERAvila blog, web. Publicado: 2018.07.13. URL: https://eravila.wordpress.com/2018/07/13/datos-informacion-conocimiento-y-consciencia/.
- Reyes Martínez Torrijos, «El significado cultural del meme se propaga con el relajo cibernético«, La Jornada, p. 7. Ciudad de México, martes 8 de julio de 2014. URL: http://www.jornada.com.mx/2014/07/08/cultura/a07n1cul.