Después de esperar un rato y darle el inmerecido beneficio de la duda a Banamex, me resigné a llamar al CAT de Bancanet para ver qué pasaba. Nuevamente tuve que pasar el escrutinio por «mi seguridad».

Una vez verificado que yo era quien decía ser, el titular de la cuenta (que ya hasta empezaba a dudarlo con tanta pregunta), quién me atendió preguntó por el motivo de mi llamada. Le expliqué de qué se trataba. El me preguntó si recordaba quién me había atendido. Pensé para mí:
¡Por Dios! Pero si yo quisiera olvidar que tuve que tratar con Uds. y tu me preguntas quién me atendió.
Le dije que no lo recordaba. Afortunadamente no era una pregunta de verificación de identidad o hubiera valido el asunto. Después de unos minutos en la línea me indicó esta persona que efectivamente, mi Netkey no estaba activado y procedió a darme varias explicaciones (que si la luna, las estrellas y el clima habían interferido, que quizás la chica esta estaba en sus días… en fín, el caso es que la activación no se realizó). Nuevamente se procedió con la activación.
Esta vez, ya frente a la computadora pedí a la persona me esperara mientras validaba que ahora todo estuviera bien. Así fue. El se lamentó por el incoveniente y todo eso.
Así concluye el viacrucis del reemplazo del Netkey (espero).