Hay muchas cosas mal en la organización de las áreas tecnológicas de mi empleador. Están torcidas. Están enfermas. Éstas ya han perdido de vista su función y propósito. Viven principalmente para el proceso y cada vez más el objetivo de su razón de ser se convierte en algo, aparentemente, con menor importancia.

Desde inicio del año, hemos venido experimentando varios cambios organizacionales por acá. Muchos esperamos que sea para bien, ya que salió la cabeza principal y esperamos que las cosas mejoren (como es de esperarse, ya que el gran jefe salió, comienzan los comentarios críticos negativos mientras que cuando tuvieron oportunidad nadie le dijo al jefe que su modelo organizacional estaba mal). La salida del responsable de este desorden salió por un «arabezco lateral», como recuerdo se mencionaba en el Principio de Peter. Adicionalmente, se han presentado acomodos para el nivel inmediato inferior. Les han quitado varias cosas, ya que diversas situaciones no han demostrado mejorar. Definitivamente el reacomodo pinta más de sanción que de recompensa, como ocurría con la administración anterior.