La concepción e interpretación de lo que es «riesgo», de lo que debe entenderse por «riesgo», cambió mucho desde el evento del 9/11. A partir de esa fecha ya no existen eventos, sucesos o acciones improbables o imposibles, y decir que algo es poco probable que ocurra o una exageración, no es más que ser irresponsable. El manejo del riesgo en la actualidad implica tomar acciones sobre todo tipo de elemento que presupone un riesgo. El no hacerlo es ser negligente.
La instalación eléctrica de nuestro edificio es vieja; desde su construcción no se le ha dado mayor mantenimiento y, obviamente, ha ido creciendo. Algunos departamentos han hecho lo propio con ciertas renovaciones (el nuestro incluido) pero el cableado que viaja por las áreas comunes ha sido olvidado. Ya algunos vecinos han indicado la necesidad de renovar el cableado pero, hasta donde recuerdo, es un trabajo costoso, no es cualquier cosa. Una cantidad con la que no se cuenta y cuya recaudación es difícil ante las diferentes opiniones de lo que debe ser prioritario para el condominio. Para algunos el riesgo que se ha señalado sobre la instalación eléctrica y un incendio, por ejemplo, no es más que una exageración (que a la luz de lo que arriba indico sobre el riesgo, no es más que una actitud negligente). ¿Cuántos edificios no se encontrarán así en la CDMX? ¿Cuántos no se han quemado y se sospecha fue un corto circuito?
En México nos maravillamos (generalmente) de la rigidez y observancia de la ley que se hace en otros países. Aquí, al mismo tiempo, nos burlamos de ello y fanfarroneamos de la «dejadez mexicana» que nos caracteriza. Al margen del tema de esta serie de entradas en el blog, podríamos hablar de la necesidad de implementar verificaciones de seguridad en construcciones (como lo hacen los departamentos de bomberos en los EEUU, pero sabemos que ello es un tema muy complicado para su implementación y por nuestra cultura al respecto de la legalidad, rectitud y honor), algo que por ejemplo en este caso obligaría a atender el problema mucho más pro activamente a fin de evitar multas.

En fin, al respecto del cambio de la pastilla termo magnética… la que retiré no sólo mostraba señales de desgaste físico (remaches y estructura suelta, con movimiento) sino también eléctrico terminales y contactos ennegrecidos. Definitivamente el disruptor había pasado por toda una vida de uso, que muy posiblemente se incrementó con el tiempo. Cuando lo retiré estaba caliente, no mucho, pero no estaba frío. Bajo ciertas condiciones y circunstancias, un riesgo de incendio.
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