Apuntes para la siguiente pandemia (7)

Hace tiempo que la pandemia por el virus SARS-CoV-2 menguó y la emergencia sanitaria terminó. Ya las costumbres adquiridas en ese periodo empiezan a olvidarse. Aunque en un momento se pensaron que se volverían permanentes, pero la gente tiene mala memoria.

De esta experiencia salen algunas cosas interesantes. Ya que uno no las nota hasta estas situaciones. Por ejemplo, yo crecí aprendiendo a leer los gestos corporales y expresiones faciales como cualquier otra persona. De forma natural. El uso de los cubrebocas nos permitió darnos cuenta de cómo dependemos de ese aprendizaje para interactuar socialmente y como los ojos puede ser muy inexpresivos pese a que considerábamos lo contrario.

El cubrebocas nos impedía saber la forma a la que otra persona reacciona ante nosotros y nos dimos cuenta de la importancia que son los gestos con la boca para ello. Párpados y músculos alrededor de los ojos resultan insuficientes. Aunque los poetas ya lo habían dicho, confirmamos que una sonrisa, una mueca, una boca cerrada o abierta, lo es todo para saber de otra persona y como estamos llevando la conversación.

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