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Hoy por la mañana noté que el Teams incluía la palabra «classic» en su nombre. ¿Desde cuando lo tendría? No lo sé. Curiosamente, el que tuviera esa palabra me produjo un sentimiento de obsolescencia más que cualquier otra cosa. Especialmente en el contexto de Microsoft.

Revisando la Internet leía que:

After April 12, 2023, Microsoft is retiring Microsoft Teams Free (classic), the legacy free Teams app for business. Microsoft is making this change to invest in a single free Teams experience across personal and small business. For over a year, Microsoft has only allowed new customers to sign up for the new Microsoft Teams (free).

«Upgrade from Microsoft Teams Free (classic) to Microsoft Teams», Microsoft, web. Consulted: 2023.10.11. URL: https://support.microsoft.com/en-gb/office/upgrade-from-microsoft-teams-free-classic-to-microsoft-teams-29475bbd-a34f-4175-9b33-d44430f8ad39.

Así que, en otras palabras, léase: «Microsoft Teams ha sido un producto exitoso y ha llegado el momento de pagar.» Nada de qué asombrarse, todos sabemos que hoy la industria del software busca primero crear una necesidad o cubrirla, dejar que uno se acostumbre a ella y se vuelva dependiente, para luego dejar caer el cobro. Curiosamente las instrucciones de actualización parecen estar enfocadas u orientadas a actualizaciones organizacionales, no individuales. Por lo que, como usuario del IPN, decidí hacer la descarga del Microsoft 365 & Office for Mac desde el portal del propio instituto, considerando que hay una licencia, convenio o acuerdo y ello podría ya estar alineado con esas actualizaciones organizacionales.

El instalador incluye junto con el Office, al Teams (junto con algunos otros programas que no uso pero que por descuido ya instalé). Pero, tras instalar y reiniciar el equipo seguía la palabra «classic» acompañando a «Microsoft Teams«. Así que, tras validar que no debería perder nada de lo que ya tengo en el Teams, decidí desinstalarlo usando el AppCleaner y manualmente (incluyendo en las rutas, el ~/Library de cada usuario), descargar el programa de su sitio y validar.

Cubierto lo anterior, he procedido a reinstalar, quedando ya en esta ocasión sin la palabra «classic«. Ciertamente, no parece que haya perdido algo, pero es pronto para dar un veredicto al respecto.

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