Hace másde una semana que reporté un problema con la máquina de BioBox cercana a mi domicilio.
Doce días después sigue presentando el mismo problema.
Como lo he señalado y como es del sentido común, buscar colocar o fomentar un cambio cultural no es sencillo. Lleva tiempo y requiere de un refuerzo continuo sobre la población objetivo. Por supuesto que la publicidad (incluye a la promoción que no se hace por campañas publicitarias y canales comerciales) es un elemento básico pero no lo es todo.Lo más importante es la confiabilidad y continuidad de ese elemento a colocar o con el que se busca fomentar el cambio. Para el caso de BioBox esto último es que el servicio proporcionado funcione y realmente provea un refuerzo positivo.
Idealmente dicho refuerzo positivo que BioBox provee consiste en ese puntaje otorgado y su canje, en una forma cuantitativa, y la participación en una campaña de concientización sobre desechos y su reciclaje (aspecto cualitativo). Pero es algo muy pobre y delicado. Cualquier problema y todo se irá, literalmente, a la basura.
Desafortunadamente, BioBox presenta dos problemáticas que generan un mayor refuerzo negativo: la escasez de máquinas y la descompostura de éstas. Dos aspectos que además se refuerzan entre ellas en detrimento de esta iniciativa. Y, cualquier refuerzo negativo pesa mucho más que los positivos (no elaboraré más del porqué de esto, pero así es).
Ya antes en esta serie he comentado al respecto de estos factores. No se puede esperar crear esta consciencia del reciclaje ni de influir en una cultura si a la gente no se le da una opción segura para optar por otras formas para deshacerse de su basura. Si la alternativa es intermitente regresará al esquema tradicional. La gente buscará deshacerse de su basura al final.

