Al hacer uso de una computadora es común hacer uso de los términos comandos, instrucciones, programas y utilerías (o utilidades). Pero mucho, incluso informáticos profesionales las emplean descuidada y de manera intercambiable.

Por supuesto, estas palabras tienen un significado y propósito específico. Comando es el término que se le da a una palabra cuya función es hacer que el computador realice una instrucción específica sin necesidad de programación. Un comando puede ser parte de un programa (usualmente en un script).

Instrucción es usualmente una término genérico dado a los elementos de un lenguaje de programación (las palabras reservadas, esencialmente) o a estas y sus operandos requeridos para poder funcionar.  Así, instrucción se refiere a una unidad semántica en un programa. Un comando junto con sus operadores puede ser considerado, en ciertos contextos, una instrucción.

Un programa es un conjunto de instrucciones, aunque quizás sea más apropiado decir secuencia. Cuenta con un (al menos, pero pueden ser más) punto de inicio en su flujo de datos, puede o no recibir una entrada de datos y entrega un resultado (ya sea como datos, información o una acción). Al margen de esto, una reflexión adicional: entregar un resultado podría no ser necesario pero en dicho caso el programa carece de utilidad y razón de existir, ¿o no? Programa puede ser un término dado al código fuente o al programa ejecutable generado por éste.

Finalmente una utilería es un programa (en forma de un archivo binario ejecutable) que es incluido (por lo general) con el sistema operativo (o alguna aplicación) para realizar alguna actividad específica adicional y ocasional.