Crecí viendo que la fotografía era una actividad reservada para eventos especiales. Filmar era algo sólo para «pudientes». Aún con la llegada de las video cámaras, basadas en casete o discos ópticos, y las cámaras digitales, era algo que se reservaba para eventos especiales. Uno no traía la cámara consigo en todo momento. Eso cambio completamente a partir del inicio de este siglo.

El que los celulares (y ya no precisamente un smartphone, sino cualquier celular «bueno») trajeran cámara se volvió obligado. Sitios, redes sociales, microblogging y mensajería como YouTube, Instagram, Facebook, Twitter y Whatsapp, han permitido que el intercambio de fotos y videos sea algo  usual (audio no tanto pero no está exento de esto). En fin, hoy tomamos fotos por cualquier cosa.

Sin embargo, la disponibilidad de poder tener un registro visual de muchas cosas resulta interesante y hay consejos útiles al respecto¹. Aquí la pregunta es, ¿hasta que punto estas facilidades nos llegarán a atrofiar? ¿Que tanto impedirán que habilidades que debíamos desarrollar a la par de las complejidades de nuestra vida cotidiana ya no se logre?

 

Referencias

1. Taryn Williford, «10 Snapshots You Should Keep in Your Phone’s Photo Album«, Apartment Therapy, web. Published: 2012.05.02; visited: 2018.05.22. URL: http://www.apartmenttherapy.com/10-snapshots-you-should-keep-in-your-phones-photo-album-170492