Nuevamente vino a mí el recuerdo de este consejo, ya no como una confirmación de su inegable veracidad sino con la felicidad de saber que esas pocas y verdaderas amistades de una de las mejores etapas de mi vida siguen vivas.
Nuevamente vino a mí el recuerdo de este consejo, ya no como una confirmación de su inegable veracidad sino con la felicidad de saber que esas pocas y verdaderas amistades de una de las mejores etapas de mi vida siguen vivas.